El Barça femenino se llevó el pasado sábado un nuevo Clásico con goleada. Las de Pere Romeu se vengaron de la derrota que sufrieron la temporada pasada en el mismo escenario, el Estadi Olímpic Lluís Companys, y sumaron tres puntos que pueden ser decisivos en la lucha por el título de Liga. Ahora bien, a pesar de que el marcador fue de 4-0, hubo mucha polémica y tensión, como es habitual en todos los partidos entre el Barça y el Real Madrid. El encuentro se saldó con ocho tarjetas amarillas y dos rojas, señaladas a los banquillos, a un preparador físico de cada equipo. Jairo Huerta del blaugrana y Víctor Zamora del blanco.

Desvelados los motivos de las dos expulsiones

Una vez terminado el partido, ha salido a la luz el acta arbitral de Paola Cebollada en el que detalla los motivos de estas dos expulsiones. Especialmente grave es la roja que ve el preparador físico del Real Madrid. Según recoge la colegiada aragonesa, Víctor Zamora se dirigió a un técnico rival con el siguiente insulto: "Eres un subnormal". Esta descalificación le costó la roja directa. En cambio, Jairo Huerta también tuvo que abandonar el banquillo de forma prematura por "protestar de forma reiterada y con gestos" una de las decisiones del árbitro "mientras estaba haciendo ejercicio de calentamiento a sus jugadoras".

Pero la tensión del Clásico no solo ha estado en los banquillos, sino que también se ha visto durante los 90 minutos sobre el terreno de juego. Prueba de ello son las ocho tarjetas amarillas que enseñó Paola Cebollada. Cinco de ellas llegaron en los últimos minutos de partido, cuando el encuentro estaba casi resuelto. Las futbolistas del Real Madrid, fruto de la frustración de ver cómo volvían a caer de forma clara en un nuevo Clásico, acabaron empleando un juego excesivamente duro, castigado con las amarillas a Sheila García, Irune Dorado, Eva Navarro y Paula Comendador. Del lado blaugrana, las que han sido amonestadas han sido Alexia Putellas en la primera parte y Clara Serrajordi en la segunda.

La polémica del Clásico femenino

Por otro lado, tampoco ha faltado la polémica arbitral. En la primera parte, la colegiada principal ha anulado un gol por unas manos previas muy rigurosas de Ewa Pajor que han provocado indignación en el Barça. En la segunda parte, cuando el marcador todavía era de 2-0, después de una larga revisión en el VAR, ha pitado un penalti en contra de las culés que también ha generado mucha polémica. Cata Coll, sin embargo, ha detenido el lanzamiento con una intervención sensacional. Y aquí es donde vienen las quejas de las futbolistas blancas, que pedían que se debía repetir el lanzamiento porque la portera culé se había adelantado. Sea como sea, el equipo de Pere Romeu ha sido superior en todo momento y se ha adjudicado un nuevo triunfo importante y controvertido