No es suficiente con once jugadores buenos para conseguir títulos: las competiciones las ganan las plantillas. Llegar a final de temporada con una buena condición física ha dejado de ser una posibilidad para convertirse en una necesidad, y términos como 'rotaciones' o 'fondo de armario' han cobrado importancia en torno a los equipos que pretenden hacerse con el máximo de copas posible.

Después del fatídico mes de abril de 2016, cuando el Barça cayó eliminado en los cuartos de final de la Champions y encadenó tres derrotas consecutivas en la Liga que mancharon un año para enmarcar, Robert Fernández respondió a la petición de Luis Enrique de construirle el mejor equipo desde que era entrenador culé. Según el técnico asturiano, lo consiguió, y se lo ha recompensado con muchas más rotaciones de las que había hecho en los dos anteriores cursos.

La consolidación de Ter Stegen

En la portería, sin embargo, este fenómeno no ha tenido trascendencia. Ter Stegen siguió en el Barça con la condición de ser el portero titular del primer equipo y eso provocó, en primer lugar, la marcha de Claudio Bravo al Manchester City, y, después, una enorme presencia del portero alemán al once blaugrana.

El exjugador del Borussia Mönchengladbach ha jugado 4.140 minutos de los 5.130 que ha disputado su conjunto, es decir, su participación ha superado el 80%. Cillessen sólo ha jugado la Copa, un partido de Liga y otro de Champions, mientras que Masip ha visto todos los partidos oficiales desde el banquillo o la gradería, hecho que ha reavivado el debate del tercer portero en las oficinas del Camp Nou.

El tridente no se negocia

Los otros jugadores con más minutos acumulados durante la temporada 2016/17 han sido, por este orden, Leo Messi (4.270), Luis Suárez (4.209) y Neymar (3.969). La MSN ha sido el principal argumento futbolístico en la última etapa de Luis Enrique y los tres jugadores sólo han dejado de jugar cuando han tenido problemas físicos o han sufrido una sanción. En algún momento puntual, Rafinha (1.571), Paco Alcácer (1.303) y Arda Turan (1.682) les han permitido descansar, pero las rotaciones en la delantera han vuelto a ser poco habituales.

Aun así, lo cierto es que tanto Suárez como Neymar han visto reducidos sus minutos de juego y, además, el brasileño ha bajado de los 4.000 minutos por primera vez en los últimos tres años. Por el contrario, Leo Messi ha aumentado su participación respecto del anterior curso.

Las dos otras posiciones sin recambio han sido las de Sergio Busquets y Sergi Roberto. En el primer caso, porque los jugadores que lo han sustituido (André Gomes, Mascherano y Rakitic) no han estado al nivel requerido; en la posición de lateral derecho, la grave lesión de Aleix Vidal y la poca confianza en Palencia ha dejado al de Reus como única opción. Prueba de eso es que Luis Enrique ha tenido que apostar en diferentes momentos de la temporada por una formación diferente (el 3-4-3) o ha estado obligado a recurrir a André Gomes como solución momentánea.

Umtiti, el fichaje más rentable

Los números no engañan. El defensa francés ha pisado con fuerza el césped del Camp Nou y ha sido, por encima de Piqué (3.474) y Mascherano (2.851), el central con más presencia en el once (3.637). El exjugador del Lyon, que tiene sólo 23 años, se ha erigido como una pieza clave en el presente y futuro blaugrana, hecho por el cual ha sido el fichaje con mejor relación calidad/precio.

André Gomes (2.542) y Digne (1.727) también han tenido un buen porcentaje de minutos, y más teniendo en cuenta del segundo que el sistema de tres defensas no lo benefició. El lateral izquierdo ha dado descanso a Jordi Alba y la competencia entre ambos ha provocado que el nivel de uno y otro haya mejorado bastante. Denis Suárez, Alcácer y Cillessen han sido, de las nuevas incorporaciones, los que menos oportunidades han tenido.

Uno de los grandes perjudicados del uso del fondo de armario ha sido Andrés Iniesta (2.253). El manchego, que llevaba muchas temporadas jugando entre 2.900 y más de 4.000 minutos, ha registrado el peor porcentaje de minutos de los últimos 12 años. El '8' del Barça no jugaba menos de lo que ha jugado esta temporada desde la 2004/05, hecho que ha puesto en duda su papel en la entidad culé.

Valverde, poco acostumbrado a las rotaciones

El nuevo técnico blaugrana no se caracteriza por estar familiarizado con las rotaciones. Aunque es cierto que los equipos que ha entrenado no contaban con plantillas tan profundas como la que entrenará ahora, el extremeño no se ha mostrado demasiado afín a introducir variantes en su alineación.

Y es que, en el 4-2-3-1 que ha utilizado durante el último año en el Athletic Club, todos los jugadores de campo titulares menos De Marcos (2.591) han superado los 3.000 minutos. Yeray, Aymeric Laporte, Balenziaga, San José, Beñat, Iñaki Williams, Raúl García, Iker Muniaín i Aduriz no han tenido sustituto y jugadores como Bóveda, Lekue, o Susaeta no han contado con suficiente continuidad. Aún así, casi siempre ha agotado los tres cambios por encuentro.

Donde sí que ha ido alternando futbolistas ha sido en la portería. Iraizoz (2.034) y Kepa (2.016) han tenido una participación similar alrededor del 50%, mientras que Iago Herrerín (450) ha completado los minutos restantes. Valverde tendrá que modificar sus hábitos si pretende adaptarse al Barça en términos de gestión de vestuario; que sepa utilizar toda la plantilla que tiene determinará sus éxitos como entrenador blaugrana.