Después de unas últimas horas movidas a nivel deportivo, Barcelona sigue pensando a lo grande y ya mira hacia el futuro con optimismo. Este martes se presentó la Vuelta a España 2023 en el Palau de la Música Catalana porque la ciudad condal será el inicio de la primera etapa de la ronda ciclista española y también será el final de la segunda jornada de la 78ª edición. Pero ahora Barcelona quiere ir más allá.

Barcelona se acerca al Tour de Francia

David Escudé, el concejal de deportes de Barcelona, afirmó en ElNacional.cat que próximamente habría "alguna nueva noticia". Y precisamente una de las grandes sorpresas ha llegado el día después de la presentación de la Vuelta a España: Barcelona contempla que el Tour de Francia salga desde la capital catalana.

Eso mismo es lo que se ha hablado esta mañana en el Ayuntamiento de Barcelona. Aprovechando la presencia en la ciudad de Christian Prudhomme, el director del Tour de Francia, por la presentación de la ronda española, se ha concertado una reunión para esta mañana en el consistorio catalán donde se ha puesto sobre la mesa que Barcelona se convierta en el Grand Départ del Tour en el año 2024.

El encuentro ha sido con Jaume Collboni, teniente de alcalde de Barcelona, David Escudé, Christian ​Proudhomme, Javier Guillén, el director de la Vuelta, y Rubèn Peris, el director de la Volta en Catalunya. Desde el Ayuntamiento de Barcelona explican que "se han analizado opciones con la voluntad de que la próxima salida de esta gran competición ciclista se pueda hacer desde Barcelona". Y Collboni ha confirmado que "Barcelona puede convertirse en una de las únicas ciudades del mundo en acoger los principales acontecimientos deportivos mundiales: el Mundial de Fútbol de 1982, los JJOO del 92 y, ahora, la salida del Tour".

La estrecha relación entre Barcelona y el Tour de Francia

Recordemos que la relación entre Barcelona, el ciclismo y el Tour de Francia viene de muy lejos. La capital catalana fue protagonista por primera vez en la ronda francesa en 1957, en una jornada con dos sectores, con el primero finalizando en Barcelona y el segundo siendo una contrarreloj por un circuito en Montjuïc. En 1965 volvía a haber una llegada en la ciudad condal y la salida al día siguiente. Las últimas presencias de Barcelona en la ronda francesa fueron en el 2009, con una llegada procedente de Girona y una salida en dirección a Andorra.

Ahora se busca una nueva oportunidad y ya se está negociando para que se pueda mantener Barcelona como una ciudad muy relacionada con el ciclismo y nuevamente en el primer plano del escaparate del deporte mundial. Tal como defiende David Escudé, siguen con la idea de "reemprender esta tradición de organizar grandes acontecimientos deportivos".