El posible regreso de Leo Messi al Barça vuelve a estar sobre la mesa. Aunque su vuelta sigue siendo un escenario complejo, dentro del club tienen claro que, si el argentino decide regresar para vivir su “último baile” como culé, la plantilla deberá reajustarse. Y ese ajuste tendría una víctima clara: Fermín López. El canterano, uno de los descubrimientos más ilusionantes del último año, ocupa la mediapunta, la misma zona en la que Messi exigiría libertad total para jugar. El club ya asumió internamente que, si llega el campeón del mundo, alguien deberá salir… y todos los caminos señalan al joven mediocentro.

El Chelsea ya puso 60 millones: una oportunidad de oro para las arcas del Barça

El pasado verano, el Chelsea contactó con el Barça para preguntar en firme por Fermín López y llegó a poner sobre la mesa una oferta de unos 60 millones de euros, una cifra desorbitada para un jugador que apenas había consolidado una temporada en la élite. En aquel momento, el club decidió rechazarla, confiando en que Fermín sería pieza clave del futuro proyecto. Pero la posible llegada de Messi, unida al hecho de que el Barça debe vender para cumplir con el fair play financiero, lo cambia todo por completo.

Fermín López Barça
Fermín López Barça

En la dirección deportiva saben que Leo Messi no jugará todos los minutos, pero también saben que, cuando esté, será intocable. Y no solo eso: con la llegada de Dani Olmo, cuyo fichaje está mejor posicionado que nunca y a quien el club considera una apuesta prioritaria, el espacio de Fermín López quedaría muy reducido.

Messi, Olmo… y un Barça obligado a elegir

La ecuación es sencilla: si llegan Messi y Olmo, alguien tiene que salir. Y ese alguien, por rol dentro del campo y por valor de mercado, es Fermín. El joven jugador quiere minutos, quiere crecer y no está dispuesto a pasar una temporada entera como suplente residual. Tanto en su entorno como dentro del club lo saben: si su papel se reduce, preferirá marcharse.

Además, desde el punto de vista financiero, la venta de Fermín López sería perfecta para cuadrar las cuentas. Se trata de un futbolista formado en casa, y su salida supondría una plusvalía del 100%: dinero limpio y directo para reforzar la plantilla sin comprometer el equilibrio económico. En un momento en el que el Barça no puede permitirse rechazar grandes ofertas, la operación encaja en todas las áreas: deportiva, financiera y estructural.

Así pues, si Messi vuelve, todo parece escrito: 60 millones, gracias y adiós. El Barça sueña con recuperar a su leyenda, pero ese sueño tiene un precio… y se llama Fermín López.