"Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos". Esta frase del periodista y escritor Eduardo Galeano sirve para definir la metamorfosis que ha experimentado el Espanyol en sólo dos meses y ocho partidos de Liga. La llegada de Joan Francesc Ferrer 'Rubi' al banquillo del RCDE Stadium ha sido un agitador emocional para los futbolistas y los aficionados, anestesiados por la mediocridad del fútbol de Quique Sánchez Flores.

Plantilla más débil, jugadores más fuertes

El Espanyol necesitaba encontrar el norte. El presidente Chen Yansheng había apostado su primer proyecto, con Europa como a objetivo principal, en las manos de un Quique que siempre tuvo más discurso que soluciones. Su segunda temporada fue el principio del fin. No había excusa para no asumir la iniciativa ni cuando te la regalaban. El equipo jugaba por inercia y compromiso. No tenía ninguna intención de trascender. Verlo jugar se limitaba a ver jugar a Gerard Moreno, erigido en el valor diferencial sobre el descenso.

La etapa de Quique se acabó a la jornada 33. El Espanyol era decimosexto y sumaba 36 puntos, nueve más que el Deportivo, primer equipo que perdía la categoría. El club no esperó y decidió rescindir su contrato. La dinámica era muy peligrosa. La llegada de David Gallego, entrenador del filial, supuso una solución provisional. Pero los jugadores ya habían cambiado de chip: cuatro victorias y un empate. El Espanyol aprovechó los últimos partidos para maquillar sus números.

Leganés Espanyol Quique Sánchez Flores Efe

Rubi, conocedor del club, aceptó el reto de reanimar al equipo, a pesar de la falta de recursos económicos. Gerard Moreno se marchó al Villarreal. El nuevo delantero -y único fichaje del verano- sería Borja Iglesias. El club ejerció la opción de compra sobre Sergi Darder y cerró con el Málaga la cesión de Roberto Rosales. El nuevo Espanyol celebraba la continuidad de David López y estaba obligado a competir empujado por los jugadores de la casa, muchos de ellos condenados al ostracismo. "A veces nos miramos al espejo y nos damos cuenta de que no damos para más", dijo Quique antes de hacer las maletas.

La plantilla, a priori, era peor. Los 16 goles de Gerard Moreno en la Liga podrían convertirse en una losa. Pero el discurso de Rubi, desde el primer día, huyó de personalismos y se centró en el grupo. Su voluntad era construir un relato atractivo para conectar con los futbolistas y enganchar a la gente. La propuesta es clara: protagonismo con la pelota independientemente del rival. Diego López, Mario Hermoso, Dídac Vilà, Marc Roca, Esteban Granero, Darder, Hernán Pérez, Óscar Melendo o Sergio García han visto la luz. Todos los futbolistas se han revalorizado después de ocho jornadas y juegan sin complejos ni miedo al error.

La celebración de la última victoria contra el Villarreal explica parte del cambio. Los once futbolistas se abrazaron en medio del campo mientras el estadio aplaudía. Son los únicos que no han dejado escapar ni un punto como locales y se han marchado al segundo parón internacional sumando 14 puntos, los mismos que el Real Madrid.

RCD Español Villa real gol EFE

Ir a ver un partido del Espanyol ya no es un acto de fe. Ahora, el equipo se divierte y divierte. No tiene techo y es la revelación de la Liga si analizamos presupuesto y rendimiento. Los resultados de Rubi en este primer tramo de temporada lo sitúan como el mejor entrenador de los últimos siete años. Si miramos más atrás, sólo le superan Mauricio Pochettino (2010/2011) y Ernesto Valverde (2007/08).

Clasificación del Espanyol en la jornada 8
Temporada Puntos Temporada Puntos
2018/19 14 2011/12 12
2017/18 9 2010/11 15
2016/17 7 2009/10 12
2015/16 12 2008/09 9
2014/15 9 2007/08 16
2013/14 11 2006/07 7
2012/13 5 2005/06 7


El calendario también sonríe al Espanyol. El equipo tiene quince días para preparar el partido contra el Huesca, el colista de Primera División. Después jugará contra el Real Valladolid y el Athletic Club. Nueve puntos factibles antes de jugar contra el Sevilla, actual líder. "Tenemos que intentar ganar la Liga. Sabemos que en un 99,9% será imposible, pero tenemos que marcarnos objetivos ambiciosos. Ya tendremos tiempo de pensar que somos un equipo normal, ahora pensamos que somos los mejores". Esta frase de Darder, antes de empezar la temporada, resume como piensa el nuevo Espanyol. Una mentalidad que ya ha borrado el pasado.