La llegada de Robert Lewandowski al FC Barcelona ha sido una bendición para el barcelonismo. El polaco ha caído de pie en el Camp Nou, dando exhibición tras exhibición y marcando goles sin parar. Los tres últimos, en su debut en la Champions League de blaugrana, firmando un triplete contra el Viktoria Pilsen en un partido que sirvió para mucho más que anotar su primer hat trick como culé. Fue un partido muy completo, no solo en la definición, sino también en la asociación con sus compañeros, y en la evidencia que es mucho más que un delantero fantástico.
Lewandowski y Ansu Fati, una química evidente
Porque, a sus 34 años, y pese a ser uno de los recién llegados, es también uno de los más respetados. No es uno de los capitanes, pero tiene una gran ascendencia en el equipo, y quiere ayudar a los más jóvenes. El polaco tiene una especial conexión, sobre todo, con Ansu Fati. Desde que empezaron a coincidir en la pretemporada, se han visto imágenes de una enorme complicidad entre ambos.
Las últimas temporadas de Ansu Fati no han sido fáciles, acumulando varias lesiones que le han impedido demostrar con regularidad que está sobradamente capacitado para tener en su espalda el 10 del Barça. Pero Lewandowski sabe un rato largo de fútbol, y es consciente que con un Ansu Fati sano, todo es más fácil. Se podría decir que el polaco ha apadrinado al 10, a quien busca siempre que coinciden sobre el verde.
Gesto de líder del polaco con el 10
Y le anima. Porque precisamente en la goleada contra el Viktoria Pilsen, quién no pudo sumarse a la fiesta fue Ansu Fati. Tuvo una ocasión clarísima para marcar, pero su disparo se fue muy desviado tras impactar mal con el balón, y cuando el extremo se lamentaba de la ocasión desperdiciada, la realización televisiva captó que el primero en acercarse a darle ánimos fue Lewandowski.
Fue un hecho significativo porque eso sucedió en los primeros compases de la segunda parte, todavía con 3-1 en el marcador y Lewandowski buscando su primer hat trick, que llegaría unos minutos más tarde. Podría haber llegado si, en esa jugada, Ansu Fati hubiera decidido dársela al delantero, que se había desmarcado dentro del área, pero no lo hizo. Ansu chutó mal y Lewandowski, lejos de recriminarle la acción, le consoló. Gesto de líder. Lewandowski y Ansu Fati, seguro, esperan poder celebrar muchas cosas juntos de blaugrana, y ambos ponen de su parte para ello.