El entrenador del Espanyol, Quique Sánchez Flores, ha explicado en la sesión previa al partido de este miércoles contra el Eibar en el RCDE Stadium (19.30 horas / beIN LaLiga) que están "frustrados" porque no dan lo que se espera de ellos y asume la "responsabilidad" que le corresponde.

El técnico ha asegurado que en el vestuario "ya no nos vale una temporada así, no es suficiente y no nos conformamos, más allá de lo que pase hasta el final de curso", antes de añadir que no conectar con la gente le produce una "profunda tristeza" porque está educado "en una familia de artistas".

El Espanyol, actualmente, está a diez puntos del descenso. "No hemos pensado en esta posibilidad, pero hay que tener cuidado. En el fútbol todo es posible", ha comentado. El vestuario blanquiazul se ha propuesto trasladar al campo el discurso de la sala de prensa. "El fútbol es acción, pasión y deseo", ha expresado el preparador.

Cuestionado por su continuidad, Quique ha dicho que no ha pensado "ni un segundo" en su futuro. El técnico, que no se arrepiente de haber fichado por la entidad catalana, tiene claro qué tiene que cambiar en la campaña siguiente: "Espero que creemos las expectativas que podamos cumplir".

Con los números en la mano, esta temporada está siendo la peor del entrenador, un hecho que no le inquieta en exceso. "En una carrera larga hay situaciones mejores y peores, pero no me preocupa demasiado, soy una persona bastante superviviente y mi recorrido me ha dado una cierta seriedad", ha aseverado.

Finalmente, el técnico no ha valorado sus palabras en la rueda de prensa posterior al partido contra el Getafe, cuando aseguró que en agosto ya auguró una temporada dura: "No vuelvo atrás. Las campañas se explican cuándo se inician y cuándo se acaban. Ya habrá un momento para explicarla de cabo a rabo".