Pasan los partidos y Pedri González no deja de crecer. Con sólo 17 años y sin experiencia en Primera División, el canario se ha ganado a Koeman, al quien cada vez le cuesta más dejarlo en el banquillo. En Vitoria lo hizo, para darle oxígeno, y en el descanso se vio obligado a darle entrada para poner un poco de orden entre tanto desbarajuste.

Y claro, después del desgaste del miércoles contra el Dinamo de Kiev (2-1), todas las papeletas apuntaban a que Pedri sería suplente contra el Betis, pero sin Messi, Koeman no se ha atrevido a quitar al otro jugador con gran visión de juego y capacidad para romper por dentro y lo ha situado en el once titular.

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Pedri, controlando el balón con maestría, en el partido contra el Betis / EFE

Y la respuesta de Pedri a la confianza de Koeman ha sido mayúscula, la propia de los elegidos, hasta el punto de ser el único blaugrana capaz de aportar magia, con permiso del caminante Messi. Y el canario lo ha hecho como es habitual en él, al estilo Iniesta, sin aspavientos y sin levantar la voz. A los pocos minutos de juego, con Griezmann buscando el gol con ahínco. Pedri le ha dejado solo ante Bravo con un toque de talón espectacular, una genialidad que Griezmann ha eliminado de los highlights del futuro al chutar demasiado cruzado.

Pedri y Messi, una conexión en claro crecimiento

Y después de una excelente primera parte, el rendimiento de Pedri todavía ha sido mejor tras el descanso, con Messi dentro del campo, como si la entrada del argentino le liberara de tener que ser el único que tuviera que romper líneas rivales.

Porque no ha hecho falta demasiado para volver a comprobar que Pedri y Messi se entienden, tienen química, al hablar el idioma del fútbol de alta escuela. Y de esta conexión ha nacido el 4-2, un gol maravilloso, en el que Pedri ha vuelto a romper la defensa bética con un pase de tacón mágico. Messi, al contrario que Griezmann, no ha desaprovechado el caramelo para fusilar a Claudio Bravo y sentenciar el partido.

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Pedri, siendo felicitado por Messi y por De Jong tras marcar / EFE

El primer gol de Pedri en Primera División, y como si nada

Pedri no es un jugador que, hasta el momento, haya destacado como goleador en su corta carrera. Lo suyo es más el juego por dentro y el fútbol genial. Aún y así, contra el Ferencváros marcó su primer gol como blaugrana, contra el Dinamo de Kíev disparó al larguero y hoy se ha estrenado por fin en la Liga al completar la goleada, aprovechando un excelente centro raso de Sergi Roberto.

Cualquier otro jugador que marcase su primer gol en la Liga con solo 17 años habría enloquecido o, como mínimo, lo habría celebrado de algún modo especial. Pedri, en cambio, se ha quedado como si nada, demostrando otra vez una madurez impresionante para un chaval que todavía debe volver a casa en taxi.