El FC Barcelona volvió a ganar sobre la bocina. Un gol de Ronald Araújo en el último suspiro ante el Girona (2-1) salvó tres puntos y permitió respirar a Hansi Flick. Una victoria in extremis que, como siempre que la pelota entra, eclipsó las numerosas carencias que está mostrando el equipo de Hansi Flick. Al margen de los lesionados, hay algunos futbolistas que se encuentran en un estado de forma que genera muchas dudas. Por ejemplo, Jules Koundé.

El defensa francés no está bien. Su rendimiento ha caído de manera visible, y en el vestuario se percibe cierta inquietud. En los entrenamientos, sus compañeros más cercanos, como Pedri y Fermín López, tratan de animarle. Le ofrecen apoyo constante, lo arropan, pero la sensación general es que el Barça juega con diez cuando Koundé no está al nivel. Su inseguridad se nota, y el equipo lo sufre.

Witsel gol Barça Girona EFE
Witsel gol Barça Girona EFE

La peor versión de Jules Koundé desde que llegó al Barça

Durante la pasada temporada, Koundé fue uno de los pilares del equipo. Con la llegada de Hansi Flick, parecía haber encontrado su mejor versión. Se adueñó del carril derecho y se convirtió en una pieza clave para conquistar La Liga, la Supercopa de España y la Copa del Rey, donde incluso marcó el gol decisivo en la final frente al Real Madrid. Era un jugador fiable, rápido y concentrado. Tanto que Laporta rechazó varias ofertas de grandes clubes europeos y Deco priorizó su renovación.

Sin embargo, todo ha cambiado. Este curso, el ‘23’ ha vuelto a mostrar signos de desconexión. Fue sancionado por un episodio de indisciplina interna, y su rendimiento ha ido a menos. En partidos clave, como ante el PSG o el Sevilla, se vio superado, lento y sin confianza. Contra el Girona, repitió errores: pérdidas peligrosas, malas lecturas y una falta de intensidad que contrastan con la fiabilidad que solía ofrecer.

A la espera de la mejor versión de Koundé

Su entrenador lo sabe. Flick ha hablado con él en privado, intentando recuperar su mejor versión. Pero la lista de lesionados no le deja margen para rotaciones, y Koundé sigue en el once por pura necesidad. Aun así, su nivel preocupa. No solo en el cuerpo técnico, también entre Pedri, Fermín López y otros veteranos del vestuario, que ven cómo el equipo sufre cada vez que el francés pierde una marca o llega tarde a una cobertura.

Sevilla Barça Kounde EFE
Sevilla Barça Kounde EFE

El calendario tampoco da respiro. Koundé afronta una semana decisiva, con dos partidos que pueden marcar su temporada. El primero, ante el Olympiacos en Champions League. El segundo, el domingo en el Santiago Bernabéu, en el primer Clásico del curso. Dos exámenes de máxima exigencia para un futbolista que necesita reencontrarse consigo mismo.