Neymar Jr sigue en el ojo del huracán en Francia. El futbolista del París Saint-Germain, después de autoexpulsarse contra el Olympique de Marsella y evidenciar las primeras fisuras en su relación con el entrenador Unai Emery, ahora ve cómo el diario francés Le Parisien airea sus privilegios en el vestuario del Parque de los Príncipes. Unos privilegios que provocan discrepancias entre sus compañeros.

"No he venido por el dinero, he seguido a mi corazón y siempre pienso en mi felicidad", dijo Neymar el día de su presentación como nuevo jugador del PSG. Los parisinos pagaban 222 millones de euros en lo que interpretaban el salto definitivo para ganar la Champions League. De momento, el equipo se está paseando entre goleadas por los campos de Europa, pero estos resultados corren el riesgo de quedarse en un recuerdo si la relación entre la estrella brasileña y el vestuario no mejora.

Según el diario francés, Neymar está decidido a tener el mismo trato que recibe Leo Messi en el Barça. Y así lo evidencia en diario. Le Parisien destapa que sus compañeros tienen la orden de no entrarle con dureza en los entrenamientos y que Emery es incapaz de conseguir que trabaje en defensa. El reto del entrenador vasco es engrasar una máquina llena de estrellas, superando la barrera de los egos.

La condición de estrella de Neymar se ilustra en los pequeños detalles y en la cotidianidad. Según estas informaciones, el exdelantero del Barça tiene el permiso del club para utilizar su bolsa en los desplazamientos del equipo, mientras que todos los miembros están obligados a lucir una con el escudo del PSG. Y en el momento de la entrada al campo de los once futbolistas titulares, Neymar siempre es el último en pisar el césped, a mucha distancia de sus compañeros, con la voluntad de captar todas las miradas en un deporte colectivo.

Su salario, 30 millones de euros libres de impuestos al año, le confiere un aire de estrella casi intocable. Una aureola que lo puede acabar convirtiendo en un enemigo dentro del mismo vestuario del PSG si no se consiguen los objetivos deportivos. Neymar se beneficia en cada sesión de entrenamiento de los servicios de dos fisioterapeutas de confianza, que sólo tratan sus molestias, y forman parte del equipo técnico de los parisinos.

La Champions será la encargada de medir el éxito de un proyecto construido a golpe de talonario con dinero de dudosa procedencia. Si el PSG gana a la orejuda por primera vez en sus 47 años de historia todas las diferencias quedarán en un segundo plano. En cambio, si el equipo vuelve a hacer el ridículo en Europa como en las últimas temporadas, el vestuario puede estallar por los aires.