El tiempo apremia para Neymar Jr.. A sus 33 años y con contrato con el Santos hasta diciembre, el atacante brasileño trabaja contra reloj para mantenerse en la élite y no perder su gran objetivo: disputar el Mundial de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá. Mientras su recuperación física avanza, su entorno ya mueve los hilos en Europa para asegurarle un destino que lo mantenga bajo los focos de la Champions League.
Según informaciones procedentes de Italia, el jugador habría sido ofrecido al Nápoles y al Inter de Milán, dos de los clubes más competitivos del calcio actual. Ambos rechazaron la posibilidad de incorporarlo durante el verano, pero la situación ha cambiado: Neymar está libre para negociar desde enero y su deseo de volver al máximo nivel podría reabrir conversaciones que hace unos meses parecían cerradas.
Una última oportunidad antes del Mundial
El mediático agente Pini Zahavi, que gestiona la carrera del exjugador del Barça y del PSG, mantiene una relación fluida con la directiva de los dos gigantes italianos. Esa cercanía ha permitido que el nombre de Neymar vuelva a estar sobre la mesa en ambos despachos. En el caso del Nápoles, el interés pasaría por reforzar un ataque que ha perdido chispa desde la salida de Osimhen; mientras que el Inter busca alternativas creativas ante la carga de partidos de esta temporada.
El propio futbolista estaría dispuesto a aceptar un contrato de corta duración, con el objetivo de demostrar que sigue capacitado para rendir en la élite europea. En Brasil aseguran que Neymar se ha fijado una meta clara: recuperar ritmo competitivo y convencer a Carlo Ancelotti, actual seleccionador de Brasil, de que merece un lugar en la lista final para el Mundial.
De figura global a jugador en busca de redención
Desde su salida del PSG en 2023, la trayectoria de Neymar ha sido un vaivén marcado por lesiones y decisiones cuestionadas. Su regreso al Santos generó una ola de nostalgia, pero no ha sido suficiente para convencer al técnico de la canarinha de incluirlo en sus planes a corto plazo. Por eso, una vuelta a Europa parece el paso lógico para mantener vivas sus aspiraciones internacionales.
El reto es doble: encontrar un club que confíe en su talento sin asumir riesgos excesivos y, al mismo tiempo, demostrar que su cuerpo responde tras una racha de lesiones. Aun en esa incógnita, su nombre sigue siendo sinónimo de talento y atractivo comercial.