El hombre que protagonizó un salto que cautivó al mundo en el año 2012 ha muerto en un accidente de parapente. Felix Baumgartner, de 56 años, se ha estrellado en Porto Sant'Elpidio, en la provincia italiana de Fermo. Según informa el diario La Repubblica, el austríaco se sintió mal mientras volaba y se cayó en la piscina de un hotel, donde impactó contra una mujer. Ella resultó herida, pero se encuentra fuera de peligro.
Felix Baumgartner, who jumped from the stratosphere in 2012, has died in a paragliding accident in Italy. He was 56 pic.twitter.com/K0qUQGCaQd
— BNO News (@BNONews) July 17, 2025
Según sus publicaciones en redes sociales, Baumgartner se encontraba pasando unos días de descanso en Italia, acompañado de su familia. Su último mensaje en Facebook mostraba su espíritu viajero y su pasión por la aviación, preguntando a sus seguidores sobre sus destinaciones de vacaciones: "Saludos de vacaciones volando desde Fermo, Italia. ¿Adónde vas de vacaciones este año?", publicó.
Felix Baumgartner nació el 20 de abril de 1969 en Salzburgo. Desde niño mostró una gran pasión por los deportes extremos y la aviación, intereses que lo llevaron a convertirse en un referente mundial en estos ámbitos.
Un salto que marcó la historia
El austríaco pasará a la historia como el primer ser humano que rompió la barrera del sonido en caída libre. En el año 2012, con un salto de unos 39.000 metros de altura, desde la frontera del espacio, superó los 1.357 km/h, alcanzando velocidades que nunca nadie había experimentado sin ningún tipo de vehículo motorizado.
Rompiendo la barrera del sonido.
— Informa Cosmos (@InformaCosmos) September 4, 2023
El 14 de octubre del 2012 el austriaco Felix Baumgartner se convirtió en la primera persona en superar la velocidad del sonido mientras caía libremente desde una altitud de 38,969.4, alcanzando una velocidad máxima de 1,357.6 km/h (equivalente a… pic.twitter.com/O7mp1RM3pp
Esta proeza, retransmitida en directo mundialmente, no solo fue un acontecimiento deportivo, sino un verdadero reto científico y tecnológico que puso a prueba los límites de la resistencia humana y la innovación técnica. Baumgartner desafió la estratosfera con un traje especial. Este lo protegió del vacío y de las bajas temperaturas extremas.
De la aventura a la vocación por el rescate
Tras este gran éxito, Baumgartner se retiró de los deportes extremos y encontró una nueva vocación: pilotar helicópteros de rescate. Esta faceta menos conocida de su vida le permitió ayudar a personas en situaciones de emergencia, poniendo su habilidad y valentía al servicio del prójimo.
Además, se convirtió en un referente para jóvenes y entusiastas de la aventura, participando en conferencias donde compartía las lecciones aprendidas durante su carrera. En ellas, motivaba a nuevas generaciones a superar sus límites con responsabilidad.