El caso Dominik Livakovic ha sido el detonante. El portero croata no quiere seguir en Girona. Ya lo ha comunicado. Su decisión es firme. En enero hará las maletas. Un problema enorme. Porque deja la portería en una situación crítica. Y porque llega en el peor momento posible.
Los números son demoledores. El Girona es el equipo más goleado de LaLiga. Treinta tantos encajados en dieciséis jornadas. Una sangría constante. Partido tras partido. La confianza bajo palos está rota. Gazzaniga no transmite seguridad. Los errores pesan. Y el equipo lo nota.
Míchel pide un portero para relevar a Dominik Livakovic
Ante este panorama, Míchel ha levantado la mano. Ha pedido soluciones rápidas. El técnico considera que no se puede esperar al verano. Cree que enero es clave. Y ha solicitado a la dirección deportiva que explore el mercado con urgencia. La prioridad es un portero fiable.
Ahí aparece el Real Madrid y un nombre concreto. Fran González. Joven. Talento puro. Solo veinte años. En el Castilla está creciendo. Para muchos incluso ya se le queda pequeño el contexto de Primera RFEF. En Girona lo ven preparado para dar el salto.
Míchel lo conoce bien. Le gusta su perfil. Su envergadura. Su juego con los pies. Su personalidad. Considera que podría asumir minutos desde el primer día. Por eso ha pedido al club que negocie una cesión inmediata. Con fecha marcada: 1 de enero.
El Real Madrid ha dicho no a la cesión de Fran González, de momento
Pero en Madrid no lo ven tan claro. La situación de Fran es delicada. Por delante tiene a Courtois. Intocable cuando está sano. Y a Lunin como segundo portero. No hay espacio. Pero tampoco prisas. En Valdebebas creen que moverlo ahora rompe la planificación.
Además, hay un factor clave. El contrato. Fran acaba en junio. Y el Madrid quiere renovarlo antes de cualquier decisión. Blindarlo. Asegurar su futuro. Solo después se valorará una cesión. Y todo apunta al verano, no al invierno.
Aun así, el interés del Girona está anotado. En el club blanco gusta el destino. Un equipo de Primera y un entrenador que apuesta por jóvenes con el que tendrá minutos reales en la élite. Pero ahora mismo, la respuesta es fría. No en enero.
Míchel insiste. Sabe que Livakovic se va. Sabe que no puede quedarse como está. El Girona necesita actuar. Y presiona. Quiere abrir conversaciones. Al menos, dejar el camino preparado. Por si algo cambia. Por si el Madrid abre la puerta.
El escenario está servido. Necesidad contra prudencia. Urgencia frente a planificación. El Girona quiere cerrar un refuerzo ya. El Madrid prefiere esperar. Enero marcará el pulso. Pero hoy, la realidad es que Míchel ha pedido negociar. Y el reloj ya corre.