Xabi Alonso, por los pelos, salvó otro matchball contra el Alavés. El Real Madrid ganó 1-2 este domingo en Mendizorroza. Kylian Mbappé abrió la lata con un golazo. Pero el Madrid reculó y se encerró atrás, dejándose dominar por el Alavés durante buena parte del partido. Los locales incluso empataron mediante Carlos Vicente. Y cuando parecía que el Madrid sumaría otro tropiezo en LaLiga, apareció Rodrygo para poner el 1-2 definitivo a pase de Vinícius.
Los blancos ganaron, sí. Y mantienen la distancia respecto al FC Barcelona, también. Pero el equipo sigue sin convencer. Su juego es muy justito. Y la sensación es de que Xabi Alonso sigue pendiente de un hilo. Que el próximo tropiezo será el último. Y en la capital se siguen barajando nombres para relevarle en el banquillo. Se habla de planes B. Y de nombres propios. El que más ruido ha generado es Jürgen Klopp. Un técnico con peso, carisma y currículum. Un perfil que gusta a parte de la directiva. Y también a un sector del madridismo cansado de dudas.

Klopp no fichará por el Real Madrid
Pero Klopp no llegará. Lo confirmó Oliver Mintzlaff, director global de fútbol de Red Bull. “Ha dejado claro que no quiere ser entrenador en este momento”, explicó el ejecutivo durante un evento organizado por Leipziger Volkszeitung. Y eso, en el Madrid, se ha interpretado como un portazo.
Esa negativa ha tenido un beneficiado: Kylian Mbappé. El francés respira. Porque Klopp no es su opción. Ni deportiva ni personal. Mbappé valora otras cosas. Libertad, gestión de egos, confianza total... Y en ese perfil, Klopp no encaja del todo.
Mbappé, pese a ser de los que apoya la continuidad de Alonso, tiene un nombre en la cabeza: Zinedine Zidane. Su ídolo y su referente. El entrenador que mejor entiende a los cracks. El que sabe cuándo apretar y cuándo soltar. El que convierte el vestuario en un espacio de calma y no de tensión constante.
Mbappé tiene una preferencia: Zinedine Zidane
Por eso, en la sombra, Mbappé se mueve. Sin declaraciones públicas. Sin gestos evidentes. Pero con mensajes claros. Su entorno deja caer preferencias. Su postura es conocida. Si Xabi cae, Zidane debe ser el elegido. Y cualquier otra opción genera dudas. Especialmente Klopp.
Mbappé cree que Zidane potencia su figura. Que le da galones. Que entiende su fútbol. Y que construye equipos alrededor del talento, no del sistema. Con él, siente que su rol crecería. Que su impacto sería mayor. Que el proyecto tendría sentido.

Además, Mbappé sabe que Zidane pacifica. Une y baja el ruido. Y ahora mismo, eso vale oro en el Real Madrid. En un vestuario con tensiones internas y en un entorno mediático agresivo. Zidane es sinónimo de estabilidad.
El problema con Zizou es que sus intenciones pasan por coger las riendas de la Selección Francesa después del Mundial. Y para aceptar una propuesta del Madrid, las soluciones en materia de fichajes deberían llegar en el mercado invernal. Un recurso que no resulta nada atractivo para Florentino Pérez.