El Real Madrid vive un momento delicado. Un momento tenso. Un momento en el que todo se cuestiona. El proyecto de Xabi Alonso, que llegó para liderar una nueva etapa, se ha ido debilitando jornada tras jornada. El equipo no funciona. No controla. No convence. Y en el club ya nadie esconde que el banquillo se mueve.

Florentino Pérez no está satisfecho. El presidente nunca estuvo realmente convencido con Xabi. Y los últimos partidos lo han sentenciado. Empates inesperados. Derrotas dolorosas. Un juego plano. Un vestuario incómodo. Las señales son inequívocas. Los medios de la capital aseguran que el duelo contra el Manchester City será decisivo. Si Xabi no gana o no ofrece una imagen convincente, el ciclo habrá terminado. Y el club ya trabaja en escenarios alternativos.

Xabi Alonso Real Madrid
Xabi Alonso Real Madrid

Florentino Pérez y los responsables ya estudian alternativas a Xabi Alonso

El favorito de la directiva es Jürgen Klopp. De hecho, ya gustaba en verano. Especialmente a Florentino Pérez, que nunca quiso a Alonso. Pero el Madrid, en una decisión populista, se había comprometido con Xabi Alonso en verano de 2024. Y si se rompía el precontrato, el Madrid tendría que haberle pagado 15 millones de euros.

Ahora, con Alonso en la cuerda floja, Klopp gana enteros. Consideran que es la mano dura que necesita el vestuario. Su perfil gusta. Su energía contagia. Su autoridad seduce. Y su capacidad para reconstruir grupos es vista como la herramienta perfecta para un vestuario que necesita disciplina. En los despachos creen que es el hombre ideal para recuperar el hambre. Para marcar jerarquías. Para imponer orden. Pero no todos comparten ese entusiasmo. Por ejemplo, Kylian Mbappé.

El francés ya suma una temporada y media en el club, suficiente para convertirse en una voz escuchada. En un líder real. En un futbolista cuya opinión pesa. Y Mbappé no quiere a Klopp. No le convence su estilo. No le entusiasma su método ni le encaja su forma de dirigir. Para el galo, Klopp viene a ser un Xabi Alonso, pero con currículum. Y lo que necesita el equipo es más un gestor de egos que un entrenador. En este sentido, Mbappé teme perder libertad. Teme perder protagonismo y la estructura ofensiva que necesita para ser decisivo.

Mbappé quiere a Zinedine Zidane

Mbappé quiere otra cosa. Otra idea. Otro entrenador. Quiere a Zinedine Zidane. Su referencia. Su ídolo. El técnico que mejor entiende a los grandes talentos. El que respeta la creatividad. El que da libertad total a sus jugadores diferenciales. Con Zidane, Mbappé siente seguridad y confianza. Siente que su rol en el equipo crecería. Que su fútbol y el de muchos otros jugadores brillaría más. Xabi, lejos de conseguirlo, ha empeorado a muchos.

Zinédine Zidane, en una rueda de prensa / Foto: Europa Press
Zinédine Zidane, en una rueda de prensa / Foto: Europa Press

En el club saben que Zidane calma el vestuario. Que apaga incendios, unifica criterios y elimina tensiones. Y ese factor, en este momento, es muy valioso. Florentino escucha. Y  Klopp es su elección. Pero Zidane es la elección del vestuario. Y especialmente de su futbolista más influyente.

Por eso, la caída de Xabi Alonso puede abrir un nuevo debate interno. Un debate profundo. Un debate decisivo. Porque la voz de Mbappé pesa. Su influencia pesa. Su opinión pesa. Y en el Real Madrid nadie duda de que el francés presionará para traer a su favorito. Para traer al entrenador que quiere. Para traer al técnico que considera ideal.