Marc Márquez se ha enterado de la reunión que Francesco Bagnaia ha solicitado para hablar más personalmente con Davide Tardozzi y con Gigi Dall’Igna del camino que está tomando Ducati. Porque el turinés se ha mostrado muy decepcionado, y creen que pronto pueden dejar de ser el equipo dominador de MotoGP, como lo han sido en las últimas cuatro temporadas, si las cosas siguen igual, ya que el resto de fábricas se están acercando mucho.
‘Pecco’ considera que este año han dado un paso atrás, después de que en 2024 arrasaran por completo, y lograran la moto más potente y completa de su historia, como queda reflejado en el hecho de que tan solo hubo una carrera en la cual las Desmosedici no lograron vencer. Este año, en cambio, a pesar de que tan solo se han celebrado un total de siete Grandes Premios, ya se han escapado dos victorias, una en manos de Johann Zarco, y otra para Marco Bezzecchi.

Y el ‘63’ ha afirmado que la evolución de la moto no está siendo la adecuada, ya que la GP 25 tiene muchos más puntos débiles y es más complicada de dominar que la GP 24. Y así ha quedado demostrado, viendo el fantástico rendimiento de pilotos con el prototipo del año anterior, como Franco Morbidelli, Fermín Aldeguer o, en especial, Álex Márquez, y los problemas que se está encontrando el turinés, que acumula tres caídas en las últimas cuatro pruebas.
Pero para Marc, no hay ninguna excusa que sirva. Y es que él sigue siendo totalmente competitivo, y cree que la moto que tiene es perfecta, y que su potencial todavía es brutal. A pesar de que también ha cometido algunos errores, Márquez no ha echado la culpa a Ducati, ni a Dall’Igna, sino que ha hecho autocrítica, y ha tratado de mejorar y aprender, para intentar que no se repitan. En cambio, su compañero de equipo, Bagnaia, ha hecho todo lo contrario.

Y esto ha generado una guerra interna dentro del box del Ducati Lenovo Team, con las recientes declaraciones del ‘93’.
Marc no quiere que Bagnaia tenga poder de decisión en Ducati
Marc, aprovechando que ahora es el piloto número 1 en Ducati, no quiere que Bagnaia tenga capacidad de decisión ni que influya en el trabajo que Dall’Igna y el resto de ingenieros hacen.
Porque cree que un piloto que no se ha adaptado a la moto no se merece tener ni voz ni voto en la toma de decisiones, ya que sus comentarios no serán tan precisos como debería. En definitva, y como Márquez resumió con sus palabras, “si pruebas cuatro cosas y ninguna funciona es cosa del piloto, no de la moto”, en una indirecta evidente hacia ‘Pecco’.