Si alguien pensaba que el aterrizaje de Marc Márquez en Ducati iba a ser llegar y besar el santo estaba muy equivocado. Es cierto que en los tests de Valencia, a final de temporada, el '93' se subió por primera vez a una Desmosedici y dio muy buenas sensaciones, pero la adaptación requiere un largo proceso. Se pudo ver con más calma durante los tres días de entrenamientos en Sepang, donde el 'tro de Cervera', fue de menos a más, y al que no se le vio del todo cómodo en la moto que los de Borgo Panigale proveen a Gresini.

Lo comentó el propio piloto catalán, con el número '1' de Ducati al finalizar los mencionados tests, como fueron esas primeras sensaciones a lomos de la Desmosedici GP23. El italiano le dijo que pilotaba su nueva montura como la Honda, y es que a lo largo de 11 años sobre la misma moto, el '93' ha ido adquiriendo unos vicios que ahora deberá olvidar. Porque la Ducati y la Honda no tienen nada que ver. En ese proceso de adaptación se encuentra ahora Márquez, con el calendario cada vez más cerca del inicio del Mundial, en el cual no podría estar al 100% durante los primeros Grandes Premios.

Marc Márquez, con Gresini en los entrenamientos de Sepang / Foto: Europa Press
Marc Márquez, con Gresini en los entrenamientos de Sepang / Foto: Europa Press

Carchedi rebaja las expectativas con Márquez

Frankie Carchedi es su principal arma para que su progreso siga como debe. El inglés será el jefe de equipo de Marc en Gresini, es decir, su mano derecha. Carchedi ya tiene experiencia conquistando mundiales, lo hizo en 2020, cuando Joan Mir, por aquel entonces en Suzuki, conquistó su primer entorchado en la categoría reina. No obstante, ahora, se enfrenta al que será, seguramente, su mayor reto. Y es que trabajar con el octocampeón del mundo es un privilegio al alcance de muy pocos.

El jefe técnico del mayor de los Márquez ha querido rebajar las expectativas en torno al primer año de su pupilo en el box de Faenza. A priori, la relación entre ambos ha empezado muy bien, y su conexión parece ser muy positiva. Pero la Ducati, en palabras del propio piloto, "es muy diferente a la Honda". Por eso, Carchedi, a pesar del ruido que proviene desde el exterior, ha puesto tierra de por medio a aquellos que auguran una victoria tempranera del ilerdense y un nuevo entorchado en sus vitrinas.

Joan Mir Suzuki / Foto: Europa Press
Joan Mir junto a Frankie Carchedi en su etapa en Suzuki / Foto: Europa Press

En una entrevista con el portal Crash.net, el británico admite que a su piloto "le va a llevar un poco de tiempo" acabar de acostumbrarse al 100% a su nueva moto. Y es que la Desmosedici exige un estilo de pilotaje totalmente distinto al que viene practicando el ilerdense, por lo que "se lo está tomando con mucha precaución por su parte". Y es que el '93', a pesar de estar recuperado completamente de sus problemas físicos, no quiere arriesgar en exceso para no volver a pasar por ese calvario.

Marc no estará del todo preparado al inicio del Mundial

Pero, no hay que preocuparse en exceso, porque el presentimiento del catalán con su nueva moto fue "un flechazo", pero no hay que lanzar las campanas al vuelo ni saltarse los pasos necesarios. Aunque Carchedi también asegura que aquella famosa sonrisa de Marc tras su primera experiencia "se sacó un poco de contexto". "Creo que fue solo por toda la presión que había antes. Por primera vez estaba pilotando algo completamente diferente. No tienes idea de cómo va a reaccionar y luego es como... ‘Respira. Está bien. Es una moto", explica el jefe técnico de Marc.

Marc Márquez, preocupado en el box de Gresini / Foto: Europa Press
Marc Márquez, preocupado en el box de Gresini / Foto: Europa Press

"Todo lo que puedo decir es que a medida que avance el año, mejoraremos", insiste un Carchedi muy cauto con los términos. "Será cuestión de las primeras tres o cuatro carreras, de lo alto que sea el nivel al principio y de cuánto tienes que seguir construyendo” para entender qué tipo de año podemos hacer", zanjó el británico. Aunque desde Gresini ya tienen marcado en el calendario el 14 de abril, cuando viajarán hacia Austin, el circuito fetiche del octocampeón del mundo.