El regreso de Antony al Real Betis se vivió con una expectación desbordante, casi como un símbolo de ambición del proyecto de Manuel Pellegrini. Sin embargo, su rendimiento inicial no ha acompañado el entusiasmo generado. En los cinco primeros partidos de la temporada, el brasileño solo ha participado directamente en dos goles —uno marcado y otro asistido, ambos en Europa—, lejos de las cifras con las que irrumpió en su primera etapa en el club, cuando en el mismo tramo ya sumaba cinco contribuciones ofensivas.
El técnico chileno es consciente de que el atacante no atraviesa su mejor momento físico ni anímico. Por eso, aprovechando el parón de selecciones, ha ideado un plan de trabajo individualizado para el ex del Manchester United, centrado tanto en la recuperación muscular como en el equilibrio mental. El objetivo es que Antony recupere el ritmo competitivo y vuelva a ser el jugador eléctrico y determinante que transformó la banda derecha bética en la pasada campaña.
Pellegrini busca el equilibrio físico y mental
Fuentes del club reconocen que el parón llega “en el momento justo” para el brasileño. Su decisión de forzar la salida del United hacia Sevilla le costó semanas de ostracismo en Inglaterra, donde, según él mismo confesó, “ni me daban los buenos días”. Esa falta de continuidad competitiva ha pasado factura, dejando huellas visibles en su estado físico. A diferencia del año pasado, cuando llegó al Betis con ritmo tras haber jugado 14 partidos con los red devils, esta vez lo hizo con un déficit de preparación evidente.
El cuerpo técnico ha programado sesiones específicas para reforzar la potencia explosiva, clave en su estilo de desborde, y mejorar su capacidad de recuperación tras los esfuerzos intensos. Pellegrini entiende que el Antony decisivo depende tanto del músculo como de la confianza, y trabaja ambos planos de forma paralela. El chileno, fiel a su método, prefiere no forzar los tiempos: el mensaje interno es claro, “hay que recuperar al jugador, no solo al futbolista”.
Siete partidos para relanzar su figura
En Heliópolis reina la calma. Nadie duda del talento del extremo ni de su compromiso con el proyecto. Pero se asume que los próximos siete partidos en apenas 22 días marcarán el tono de su reaparición definitiva. En ese periodo, el Betis afrontará duelos clave en Liga y en Europa, algunos de ellos directos por los puestos de Champions. El reto es mayúsculo, y Pellegrini necesita al mejor Antony para sostener las aspiraciones del equipo.
El brasileño, por su parte, ha asumido el desafío con humildad. Sabe que su regreso no puede medirse solo en cifras, sino en impacto y continuidad. El plan está diseñado para que su mejor versión aparezca justo cuando el Betis más lo necesite, en un momento decisivo para las aspiraciones europeas del club.