El Espanyol ha evitado cerrar una vuelta completa sin ganar fuera de casa. Con la victoria por la mínima contra el Málaga (0-1), los de Quique Sánchez Flores han dejado de ser el único equipo de Primera y Segunda que no había ganado a domicilio. Sergi Darder se ha estrenado como goleador y los catalanes recuperan la sonrisa fuera del RCDE Stadium.

Una victoria de mínimos

19 de mayo del 2017. El Espanyol es el encargado de despedir al Granada de la Primera División en la última jornada del campeonato. Los de Quique Sánchez Flores se imponen por 1-2 en la que se acabará convirtiendo en la única victoria perica como visitante en los últimos siete meses y medio. Dieciocho jornadas después, los de Quique han vuelto a Andalucía (a pesar de que hoy en Málaga) para evitar cerrar una vuelta sin ganar fuera de casa.

En la Rosaleda se han encontrado dos equipos en situación similar (los catalanes no se encuentran en posiciones de descenso pero, como los de Míchel, la versión que están ofreciendo está lejos de las expectativas). Además, unos y otros están teniendo problemas de cara a portería y su fragilidad defensiva se manifiesta en el hecho de que Pau López y Roberto son los porteros de la Liga con más paradas (60 y 58 antes de disputar el partido, respectivamente). El encuentro, al menos antes de que Mateu Lahoz silbara el inicio de lo mismo, no prometía goles ni vistosidad.

Y, de hecho, así ha acabado siendo. El tempranero tanto, en el minuto 6, de Sergi Darder ha sido un espejismo. Más liberado de tareas defensivas, el mediocampista mallorquín se ha dejado ver con más frecuencia en el área local y ha transformado en gol una dejada espectacular, por la visión y la ejecución, de Sergio García. No lo ha celebrado por su pasado malaguista, pero el de Artá ha colocado la piedra inicial para construir la primera victoria a domicilio del curso.

Oficio para volver a ganar a domicilio

A partir de entonces, los blanquiazules han recordado la versión más sólida de la temporada pasada. Su renuncia a la pelota no se ha traducido en más trabajo para el portero. Mario Hermoso y David López se han erigido como un muro, Aarón ha sido el de siempre y el doble pivote formado por Víctor Sánchez y Javi Fuego ha funcionado. Y, por encima de todo, un Málaga que tendrá que cambiar muchas cosas si quiere evitar el descenso.

Durante los últimos minutos de la primera parte y prácticamente toda la reanudación, los andaluces han querido pero no han podido. Persistencia sin premio. La pelota ha rondado por el área visitante pero el sistema defensivo del Espanyol se ha encargado de sacar el agua del barco para que este no se acabara hundiendo. Y donde no han llegado unos, ha llegado Pau. El gerundense sigue sin renovar y jornada tras jornada le van saliendo más novias como consecuencia de sus grandes actuaciones.

Las entradas de Borja Bastón y Juanpi no han ayudado a los locales a igualar el marcador, sino al contrario. Los últimos diez minutos se han jugado en su campo con la sintonía de "Míchel, vete ya" acompañamiento. Sea como sea, el gol de Darder ha permitido al Espanyol llevarse tres puntos fuera de casa después de siete meses y medio. Quique y los suyos recuperan la sonrisa a domicilio.