Crónica de una muerte anunciada. El Real Madrid se ha impuesto al Barça por 85 a 69 en un partido en que ha ido por delante en el marcador durante los 40 minutos y ha conseguido con mucha solvencia una victoria que despide de la Euroliga a un conjunto azulgrana que ya estaba eliminado antes de jugar.

Ha ganado el equipo que más cosas se jugaba competitivamente parlante. Aunque ya se encuentra clasificado para la siguiente fase, el Real Madrid está luchando por el liderato de la fase regular de la Euroliga contra el CSKA de Mouscou y necesitaba la victoria. Y la salida de los blancos, con uno parcial de 6 en 0, no ha defraudado.

Sin posibilidades desde el primer momento

El primer cuarto del Barça ha sido un claro reflejo de la mala temporada en que se encuentra: hay algunos jugadores que no quieren, y los que sí que lo hacen no pueden solos. Sólo Koponen y Perperoglou han intentar combatir contra el acierto de jugadores locales como Randolph y Llull (entre ellos dos han anotado 15 de los 22 puntos que su equipo ha convertido durante el primer cuarto), pero no han salido adelante en el intento y después de los primeros 10 minutos de juego el Barça ya perdía de 9 puntos (22-13).

Perdidos, y nunca más bien dicho. Los hombres de Bartzokas han llegado a estropear hasta seis situaciones de ataque con pérdidas de pelota durante el primer cuarto, cifra que se ha agravado hasta las 13 antes de marcharse al descanso. Y eso que la segunda manga de la noche ha empezado de forma inmejorable para el Barça, con uno parcial de 0 a 7 que les acercaba a nomas dos puntos del Real Madrid y los devolvía al partido.

Dos faltas técnicas y mucha diferencia

No obstante, los de Pablo Laso han hecho volver a la realidad a los azulgranas. Con Tomic y Navarro muy descentrados sobre la pista, los locales han vuelto a la frescura ofensivo y la intensidad defensiva y el conjunto culé no ha podido hacer más que intentar competir sin éxito. Y dos faltas técnicas silbadas a Bartzokas cuando faltaban menos de dos minutos por|para el final del segundo cuarto han generado una ventaja de 13 puntos además de la expulsión del técnico. Y al último segundo, última puñalada del Madrid en forma de triple de Llull para marcharse al descanso con el resultado de 41 a 27.

El tercer cuarto ha empezado con un intercambio de golpes muy vistoso para el espectador con 5 triples del Barça y 4 del Real Madrid que han recortado, todo y que no en exceso, la diferencia entre ambos equipos. De hecho, los culés han sido especialmente acertados en el día de hoy desde la línea de 6,75 (14 de 24), es decir que los problemas visitantes no han llegado desde el perímetro sino que lo han hecho desde el resto de aspectos del juego.

Aunque el déficit del Barça ha bajado pocas veces de los 10 puntos, después de volver de los vestuarios el equipo ha anotado y ha competido. Antes de iniciar el cuarto y último tiempo, la diferencia numérica era de 13 puntos pero la sensación era que los azulgranas estaban muy lejos de los madridistas (64-51).

La sentencia final

Último cuarto para sentenciar el partido. El Madrid no había dado opciones al Barça pero aun así no conseguía dispararse en el marcador, y un buen final los ha ayudado en este aspecto. Sergio Llull (21), Gustavo Ayón (14) y Randolph (13) han llevado la batuta de un combinado que se ha marchado a 18 puntos de su rival y, a partir de entonces, el partido ha resultado completamente anecdótico. Y la afición local ha aprovechado para mofarse de la eliminación de su máximo rival; fiesta completa en el WiZink Center.

Victoria solvente del líder en la que ha sido la crónica de una muerte anunciada (85-69). El Barça ya estaba fuera de la Euroliga antes del partido pero el partido lo ha ratificado sin ningún tipo de duda. El Real Madrid, por su parte, continúa su feroz persecución hacia el liderato de la fase regular.