El Real Madrid se ha impuesto al Alavés gracias a una gran actuación de Cristiano Ronaldo (4-0). El delantero portugués ha marcado dos goles en la victoria de su equipo, que encara el tramo decisivo de la temporada con optimismo. Los otros dos miembros de la BBC, Benzema y Bale, han marcado un gol cada uno y el tridente blanco ha sacado pecho en la que ha estado la quinta victoria consecutiva de los de Zidane.

Con el punto de mira afinado

Cristiano Ronaldo ha afinado su punto de mira y, en consecuencia, el Madrid ha enderezado su rumbo en la Liga. Aunque la diferencia de puntos respecto al Barça sigue pareciendo insalvable, los blancos han recuperado la versión más acertada de su líder y el Bernabéu vuelve a sonreír. Con los dos de hoy, el portugués ya lleva 28 goles esta temporada.

Sea como sea, la racha de cinco victorias consecutivas (primera vez esta temporada que consiguen enlazar tantos partidos ganados) sigue dejando más aspectos positivos que negativos en la puesta a punto de los de Zidane para la vuelta de los octavos de la Champions contra el PSG. Los madrileños tienen la gran esperanza de salvar la temporada en la competición internacional, pero antes de viajar a París tenían que disputar tres partidos de Liga en sólo diez días.

Y el primero, el de hoy, los enfrentaba contra un Alavés que no deja de sonreír desde la llegada de Abelardo a su banquillo. El conjunto vasco no ha ganado en calidad de plantilla, pero sí que tiene otra mentalidad. Desinhibidos, los futbolistas creen en ellos mismos y eso se ha traducido en una mejora considerable del rendimiento individual, colectivo y, por ende, de los resultados.

Cometer errores en el Bernabéu siempre pasa factura

El Alavés, sin embargo, no ha tenido suficiente con su estado de gracia para sumar en su visita al Real Madrid. Después de un inicio accidentado y con poco fútbol, los locales se han hecho con el dominio absoluto y han ido acercándose a la portería de Pacheco poco a poco hasta que han conseguido el premio del gol en dos estocadas psicológicas: Cristiano Ronaldo y Bale han marcado dos goles en el último minuto de la primera parte y en el primero de la reanudación, respectivamente. El primero lo ha hecho después de un buen pase de Benzema (quien, por cierto, no se acaba de reconciliar con la eficacia goleadora a pesar del gol), el segundo aprovechando una grave pérdida de Alexis.

Seguramente, la gran noticia en el Paseo de la Castellana para el final de temporada es que el Real Madrid ha recuperado los rasgos característicos que le han permitido ganar las dos últimas Champions. Dominio absoluto del juego de áreas y contraataques letales. Todavía tienen que mejorar otros aspectos como la solidez defensiva o recuperar mejores versiones de jugadores como los mismos Bale, Benzema o Isco, que hoy no ha jugado, pero los de Zidane encaran el tramo decisivo del curso con optimismo.

Final de fiesta feliz

Y, lo más importante, es que los resultados les sonríen. Eso y que, en los últimos dos compromisos, Lucas Vázquez ha mostrado un nivel muy alto y hoy, además, ha podido completar su actuación con una gran asistencia a Cristiano bien entrada la segunda mitad. El tercer gol blanco ha sido la sentencia del partido, el tanto número 300 en la Liga Santander del portugués y la confirmación de la realidad: los años pasan, pero Leo Messi y él siguen están en otro nivel respecto del resto de futbolistas. Criticarlos o adelantar su declive acostumbra a ser sinónimo de acabar retratado.

La última media hora de juego ha permitido al Madrid pensar más en lo que vendrá que en lo que estaba pasando sobre el césped; y a Zidane, pedirle perdón en forma de minutos a Dani Ceballos después de hacerlo jugar sólo 29 segundos en Butarque. También ha podido vestirse de corto contra su exequipo Marcos Llorente, que esta temporada no está teniendo el protagonismo esperado a las órdenes del técnico francés. Y cuando todo parecía indicar que el marcador no se movería más, Cristiano ha cedido un penalti a Benzema para animarlo y culminar la goleada.

Con la de hoy, el Madrid ha conseguido la quinta victoria consecutiva y sigue encarando la puesta a punto para certificar, contra el PSG, el pase a los cuartos de final de la Champions. Habrá que ver si la recuperación merengue ha sido un espejismo o se corresponde a un resurgimiento real. La hora de la verdad se acerca, y los blancos la encaran con optimismo.