Las matemáticas son claras. El Girona, después de la victoria del Sevilla contra el Madrid, ya no tiene opciones de clasificarse para la Europa League. El club vive las últimas dos jornadas de una Liga histórica con la incertidumbre sobre el futuro del entrenador Pablo Machín, relacionado con el banquillo del Sevilla.

Sin embargo, Machín ha querido posicionarse cuando ha contestado la pregunta sobre si el partido de este sábado contra el Valencia será su último ante la afición gerundense: "Si el Girona quiere, supongo que no. No me había planteado que podía ser mi último partido en Montilivi. No lo valoraba así. Seremos optimistas y pensaremos que tendremos muchos más".

El equipo ya compite para acabar lo más arriba posible en la clasificación. Machín, en la línea de todo el año, ha asegurado que quiere "acabar la temporada de la mejor manera posible y eso pasa para conseguir la victoria". "Tenemos que tomarnos el partido con la mayor profesionalidad posible", ha añadido Machín.

En la misma línea, el entrenador soriano también ha apuntado que pueden parecer dos jornadas "intranscendentes" ante la imposibilidad de clasificarse para competiciones europeas, pero ha añadido que no le gustaría "que una temporada que se puede tardar muchos años a mejorar se acabe por debajo del sitio en el cual se ha estado el 90% del tiempo".

Además, el técnico, que ha comparecido en la sala de prensa de Montilivi justo después de que Eloi Amagat se despidiera del club y de la afición, también ha aprovechado para destacar la figura del capitán rojiblanco. "Siempre ha sido un apoyo para el cuerpo técnico y para el vestuario", ha afirmado Machín antes de reconocer que su intención es darle minutos contra el Valencia en señal de agradecimiento por todo lo que ha hecho por el Girona en las últimas nueve temporadas.