Comparar cualquier conjunto con el Barça de Pep Guardiola siempre es una mala idea. Actualmente no hay ningún equipo que se acerque al nivel de juego que aquellos futbolistas ofrecieron, tampoco el Barça de Ernesto Valverde.

Es evidente que ni el mercado ni la cantera ofrecen replicas de jugadores como Xavi, Iniesta o Dani Alves, pero habría que preguntarse si en las oficinas del Camp Nou se han dispuesto a encontrar perfiles similares. Semedo es un gran lateral defensivo pero no suma en ataque, Rakitic tiene unos pulmones inacabables pero no la toca de primeras y Sergi Roberto es un excelente futbolista pero no domina el juego de posición.

Si a este hecho le sumas que Coutinho no es Neymar y que el Luis Suárez actual es una caricatura del jugador que llegó del Liverpool, el resultado que te queda es un equipo que ni chutando 25 veces puede ganar al tercer clasificado de la liga francesa.

Con ganas no es suficiente

Se ha instaurado entre el barcelonismo el pensamiento de que el Barça se llevará la Champions porque Messi está decidido a conseguir el trofeo. Sí, el argentino es el mejor jugador de la historia y tiene la capacidad de ganar partidos él solo, pero ojalá fuera tan fácil.

En Lió el Barça no ha hecho un mal partido, pero si quiere tener opciones en la vuelta deberá mantener el nivel de juego mostrado este martes también en la Liga. Los futbolistas no son máquinas que se puedan activar y desactivar cuando convenga. ¿Si no rindes contra el Valladolid, porque ibas a hacerlo contra el Bayern de Munich?