El Paris Saint-Germain está a un paso de concretar una de las operaciones más prometedoras del verano: la incorporación del joven Rodrigo Mora, mediapunta portugués de apenas 18 años que el FC Porto ha decidido poner en el mercado. Con el visto bueno de Luis Enrique, el club parisino se prepara para ejecutar su cláusula de rescisión, valorada en 70 millones de euros, en un movimiento que apunta tanto al presente como al futuro.
El talento precoz del fútbol luso, considerado por muchos como la mayor promesa del país desde João Félix, no entra en los planes inmediatos de Francesco Farioli, nuevo entrenador del Porto, que apenas le concedió 12 minutos en el debut liguero ante el Moreirense. Pese a tener contrato hasta 2030, el club portugués busca ingresos para reforzar su plantilla y ha decidido abrir la puerta a su salida.
El PSG acelera por Rodrigo Mora
El interés del PSG por Mora no es nuevo, pero ha cobrado fuerza en los últimos días. Según fuentes francesas, la directiva del campeón de la Ligue 1 considera al jugador como una pieza estratégica dentro de su proyecto de rejuvenecimiento, especialmente tras conquistar el triplete la temporada pasada. Luis Enrique valora su polivalencia: puede actuar como mediapunta, extremo o incluso segundo delantero.
En un vestuario con nombres como Dembélé, Barcola o Kvaratskhelia, Mora llegaría para ampliar la rotación y competir desde el primer día. La pasada temporada, a sus 17 años, acumuló 40 partidos oficiales, con 12 goles y 4 asistencias, demostrando personalidad y capacidad de desequilibrio pese a su juventud. Su rendimiento en competiciones europeas también ha llamado la atención del cuerpo técnico del PSG.
Un fichaje de futuro... y de presente
La apuesta del PSG no se basa solo en el potencial. En el club creen que Rodrigo Mora está preparado para rendir de inmediato en un entorno de alta exigencia. Su madurez táctica y su lectura de juego lo distinguen de otros jóvenes talentos que aún requieren procesos más largos de adaptación. Además, su perfil encaja con la idea de Luis Enrique de un equipo más dinámico y técnico.
Aunque los 70 millones de su cláusula pueden parecer excesivos, en París lo ven como una inversión estratégica. Si se concreta el traspaso, se trataría de uno de los fichajes más destacados del mercado veraniego, y marcaría un punto de inflexión para un jugador que parecía destinado a triunfar en el Dragão, pero que ahora podría brillar en el Parque de los Príncipes.