El Barça se ha impuesto al Atlético de Madrid en un partido muy trabajado y que "refuerza la moral de todos". Para Luis Enrique Martínez ha sido una victoria de "máxima importancia" contra un rival directo y en un campo muy complicado.

Una de las sorpresas del partido ha sido la organización adoptada por los azulgranas. "Hemos cambiado el sistema para jugar un 3-4-3 en rombo para tener mucho más la posesión y control, pero en la primera parte ha sido difícil". Reconociendo los errores de su equipo, el entrenador asturiano ha valorado negativamente el papel del Barça en los primeros 45 minutos, cuando se han visto superados por los colchoneros.

Luis Enrique ha confirmado que la formación era un 3-4-3 cuando tenían la pelota (ataque) y un 4-4-2 en defensa. Entre todo, el equipo se ha visto perjudicado por un rival que presionaba fuerte y en un terreno de juego con un césped en condiciones poco esperadas. "El césped nos ha dificultado en el juego pero nos ha beneficiado en los dos goles". Para bien y para mal, no ha habido circulación de pelota del Barça, pero han sido resolutivos de cara a portería gracias a las condiciones del césped.

Reanimados por los excesos

Reforzado de moral y contento del juego del equipo, Luis Enrique ha explicado que están "acostumbrados a los excesos". Viniendo de la situación más complicada para conseguir la Liga, ahora son líderes virtuales y tienen más opciones que nunca para volver a aspirar al título. Con la mejora constante como objetivo, la recompensa han sido los tres puntos en el Vicente Calderón.

"Nosotros siempre intentamos jugar bien, entrenamos para mejorar, pero hay un rival que trabaja para contrarrestar tu potencial", ha explicado el asturiano. No sólo juega al Barça, sino que los rivales también hacen su trabajo. La actitud de todos unidos ha servido contra un complicadísimo Atlético de Madrid, enrachados y presionando arriba, que ha acabado fundido contra un Barça reforzado y con confianza.