El Liverpool se ha llevado la Supercopa de Europa después de superar al Chelsea en la tanda de penaltis de un partido que ha acabado con empate a 2. Olivier Giroud ha avanzado al conjunto de Londres, pero dos goles de Mané -uno de ellos en la prórroga- han cambiado el marcador. Antes de acabar, sin embargo, Adrián ha cometido un penalti sobre Abraham y Jorginho lo ha transformado.

En la lotería de la pena máxima, los de Jürgen Klopp se han impuesto gracias al portero español, que ha detenido el quinto lanzamiento. El ganador de la Champions League es el nuevo super campeón del continente.

Giroud, letal

Los partidos de pretemporada siempre están condicionados por la poca preparación táctica de los equipos, la condición física de los jugadores y la adaptación de los nuevos fichajes, un hecho que también se ha visto reflejado en la final de la Supercopa de Europa.

Probablemente por este motivo, la primera parte ha sido un caos en el cual ninguno de los dos equipos han podido dominar la posesión. Para el espectador neutral, sin embargo, el espectáculo ha sido muy entretenido.

La primera ocasión clara la ha tenido el exblaugrana Pedro en el minuto 10 de partido, pero Mohamed Salah ha respondido instantes después con un disparo cruzado que el Kepa ha desviado con una mano prodigiosa. No se habían disputado ni 20 minutos de partido cuando Olivier Giroud, primero, y Pedro, de nuevo, volvían a poner a prueba a Adrián San Miguel, el portero suplente del Liverpool, que ha sido titular por la lesión de Alisson.

El punta francés ha perdonado la primera, pero la segunda ocasión no la ha fallado. En el minuto 36, y después de un pase sensacional de Christian Pulisic desde la frontal del área, ha fusilado a Adrián con la pierna izquierda. El Chelsea, contra todo pronóstico, se marchaba a los vestuarios con el marcador a favor.

Kanté contiene el Liverpool

La segunda parte ha seguido la tónica del primer tiempo y ha servido para ver dos equipos entregados en ataque pero poco responsables en defensa. Antes de saltar al terreno de juego, Klopp ha retirado a Oxlade-Chamberlain y ha apostado por Roberto Firmino, su 9 titular, para intentar empatar la final. La jugada le ha salido redonda, y es que cuando sólo se habían disputado 3 minutos de partido el brasileño ha asistido a Sadio Mané para que el extremo red igualara el marcador.

Tal como pasaba la temporada pasada, el gol ha transformado el Liverpool, que por momentos se ha convertido en una máquina imparable de generar ocasiones. Fabinho y Henderson han podido cambiar el marcador, pero más tarde un magnífico y omnipresente N'Golo Kanté ha conseguido contener a los hombres de Klopp.

Donde no ha llegado Kanté, además, ha aparecido Kepa. En el minuto 75, el portero vasco, con la ayuda del palo, ha evitado los goles de Salah y Van Dijk en una doble ocasión que ha abortado con grandes reflejos.

Gloria red en Istambul

Si la primera y la segunda parte han sido alocadas, la prórroga no podía ser diferente. En el minuto 5 de este periodo Mané ha marcado su segundo gol de la noche fusilando a Kepa desde el punto de penalti, pero inmediatamente después Adrián ha cometido un penalti sobre Abraham que la árbitro Stéphanie Frappart no ha dudado en señalar. Jorginho lo ha ejecutado con sangre fría y ha establecido el empate en el marcador.

Antes de acabar, Pedro -un hombre letal en las finales- ha podido decidir el partido con un disparo desde fuera del área, pero sólo unos centímetros lo han separado de la gloria. El error ha sido decisivo. En la tanda de penaltis, el Liverpool ha estado más acertado y se ha llevado la Supercopa de Europa.