Llega la hora de la verdad. Después de superar el primer obstáculo en la Champions League y de certificar con posterioridad un gran inicio de temporada contra el Cádiz, llega la hora de demostrar para este nuevo Barça de las palancas. El verano en las oficinas del Spotify Camp Nou ha sido frenético y Mateu Alemany, contando a Pablo Torre y el refichaje de Ousmane Dembélé, ha cerrado hasta ocho incorporaciones.

La plantilla de Xavi Hernández ha sido confeccionada para devolver al FC Barcelona al Olimpo del fútbol y la del próximo martes será una de las grandes noches para hacerlo. Es todavía fase de grupos, principios de septiembre, pero los blaugrana reciben la visita de uno de los rivales más potentes del mundo. El Bayern de Múnich es el verdugo del Barça desde ya hace unos años y los últimos enfrentamientos han denotado impotencia ante la voracidad de los alemanes. Partiendo del 2-8, el equipo de Julian Nagelsmann ha asestado un 3-0 y un 0-3 sucesivamente en Múnich y en Barcelona. En total, y siguiendo con el foco puesto en los últimos tres partidos, el balance del Barça es terrible: dos goles a favor y 14 en contra.

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Xavi, lamentando una acción durante el último Bayern - Barça / Foto: EFE

En el Barça han cambiado las cosas

A la capital catalana llegará la peor pesadilla del barcelonismo, pero lo cierto es que en el Barça han cambiado las cosas. Además, los culés no están para echar la mirada atrás para mirar los precedentes. Primeramente, porque son nefastos y, en segundo lugar, porque hay argumentos que fijan la mirada de todo el barcelonismo en el futuro.

Las palancas económicas de Joan Laporta han sido la bendición de un equipo que, ahora sí, se puede decir que es temible de nuevo. Encabezado por un Robert Lewandowski y un Ousmane Dembélé en estado de gracia, el equipo blaugrana quiere cambiar el destino de un enfrentamiento al que empieza a ser costumbre temer. Con todo, el Barça llega al partido en un gran momento y el Bayern en uno de dudas. Sin ir más lejos, este fin de semana empató en el Allianz Arena ante el Stuttgart certificando así el tercer tropiezo en forma de empate de la temporada en Bundesliga.

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Julian Nagelsmann, dirigiendo un partido del Bayern de Múnich / Foto: EFE

Lewandowski tiene el secreto

Los bávaros parecen invencibles, pero ha quedado demostrado que no lo son. El Stuttgart, por su parte, les consiguió marcar dos goles y eso fue posible porque trataron de explotar el punto débil del equipo muniqués. Matthijs de Ligt y Dayot Upamecano, centrales, sufren de lo lindo cuando reciben presión alta. Son físicamente muy poderosos y tienen un nivel técnico muy notable, pero son lentos de movimientos y al recibir mal perfilados se les complica.

El excompañero de equipo de Upamecano, Lewandowski, lo sabe de sobra. El francés deja una de cal y otra de arena y peca de confiarse por su calidad. Robert Lewandowski quiere que los tres puntos se queden en Barcelona y pide este cambio de mentalidad frente al Bayern. No hace falta tener miedo de sus ataques y esperar con el equipo atrás, sino irlos a buscar en su área y ahogarlos allí. Eso sí, no puede haber grietas en el bloque de presión alta. Si las hay, el Barça está muerto.