Robert Lewandowski y Leo Messi mostraron tener una relación de respeto y admiración mutua en la gala del Balón de Oro. Eran los dos grandes favoritos al galardón, y, por lo tanto, eran considerados ‘rivales’. Pero ambos reconocieron los méritos de cada uno, y el astro del Paris Saint-Germain, al recoger el trofeo, dedicó unas palabras al polaco. En ellas, le felicitaba por su nivel actual, y le hizo saber que se merecía el premio del año pasado, que no se entregó.
El delantero del Bayern de Múnich se mostró sonriente, y agradeció el gesto que tuvo el argentino. Sin embargo, la realidad es que no lo ‘traga’, y eso se debe a una cosa que ocurrió hace unos años, cuando todavía jugaba en el Barça. En ese momento, era el líder y mandaba en el club más que el presidente, Josep María Bartomeu. Y fue el responsable de rechazar la contratación del ex del Borussia Dortmund, en verano de 2018.
Leo Messi/ EFE
En el Camp Nou no estaban satisfechos con Luis Suárez, que acumulaba una enorme cantidad de partidos sin marcar gol como visitante en la Champions League. Precisamente, el uruguayo fue uno de los señalados por la eliminación a manos de la Roma, y se habló seriamente de la posibilidad de que fuera traspasado. Algo que acabó sucediendo dos años más tarde, recalando en el Atlético de Madrid, sin que nadie ocupara su puesto.
Pero, en caso de que ‘Lucho’ se hubiese ido cuando lo intentaron por primera vez, Lewandowski habría llegado para convertirse en su reemplazo. El ariete nacido en 1988 no era feliz en el Allianz Arena, y pensaba muy seriamente en la idea de hacer las maletas, para irse a otro club, e iniciar una aventura lejos de la Bundesliga. Y el Barça era un destino que le seducía mucho, pese a que, en el pasado, estuvo muy cerca del Real Madrid.
Sin duda, el ‘9’ del Bayern era un refuerzo de primer nivel, y la afición le hubiera acogido con los brazos abiertos. El problema es que Messi rechazó la operación, para proteger a Suárez, uno de sus mejores amigos.
Lewandowski rechaza al PSG por culpa de Messi
Lewandowski ahora se alegra de no haberse ido al Barça, viendo el momento actual que viven. Y se cobró su venganza hace un año y medio, en esa humillante goleada por ocho a dos, que, precisamente, fue el último partido de Suárez vistiendo la elástica azulgrana.
Pero no perdona a Messi, al que no puede ni ver, y por ese motivo, ha rechazado la posibilidad de irse al PSG, que había contactado con él, a sabiendas de que queda libre en 2023, y quiere cambiar de aires. Nasser Al-Khelaïfi da por perdido a Mbappé, y busca a un delantero galáctico para hacerle olvidar.
No obstante, ‘Lewi’ no quiere compartir vestuario con Leo.