El Barça ha vuelto a pasar penurias en Butarque, el campo del Leganés, y colista de la Liga Santander. Y nueva jornada fuera de casa para demostrar que el fútbol blaugrana es débil e inconsistente. Pero los goles de Luis Suárez y de Arturo Vidal en la segunda mitad han acabado de rescatar al Barça de otro partido más que decepcionante.
Decepcionante Barça
Sin laterales y con bajas sensibles en defensa, el Barça ha vuelto a demostrar sus incapacidades fuera de casa. Lejos del Camp Nou hay un cambio de mentalidad, como si las estrellas blaugrana fueran principiantes y siempre cohibidos cuando la afición va a la contra.
Como ya es normal y no lo tendría que ser, falta de ritmo en los minutos iniciales, falta de ideas en ataque, falta de posicionamiento en defensa y falta de intensidad en general.
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Una defensa inédita, con Wagué, Piqué, Umtiti y Junior Firpo, y muchos problemas de automatismos. Poca consistencia detrás y un ataque ineficaz a pesar de la apuesta ofensiva. Han jugado de inicio Messi, Suárez, Griezmann y Dembélé, pero nadie ha sabido como superar a la defensa del Leganés.
Han aparecido las imprecisiones y los nervios. Y la falta de fútbol del Barça ha provocado la alegría local. En-Nesyri ha recortado ante Piqué y se ha inventado un golazo por toda la escuadra que ni Ter Stegen ha podido evitar que llegara el primer gol justo en el minuto 12.
Y ha sido lo mejor que le ha podido pasar al partido. El Leganés ha hecho justicia y por unos minutos ha dejado de ser el colista de la Liga en detrimiento del Espanyol. Los pepineros han vuelto a demostrar porque Butarque es un campo que acostumbra a generarle muchos problemas al Barça.
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Y con el marcador en contra los de Valverde tampoco han sabido reaccionar. A pesar de los muchos delanteros, Messi no era capaz de filtrar balones a un desaparecido Suárez. Ni Griezmann ha sabido jugar contra una defensa muy bien cerrada, confirmado lo que él mismo dice que no tiene regate. Y Dembélé, a pesar de ser el más propositivo, no ha tenido suerte.
Remontada con fortuna
Con el equipo tocado, la media parte ha funcionado para remover el vestuario. Justo en el inicio del segundo tiempo Piqué ha enviado la pelota al palo, pero no ha encontrado el gol. Una asistencia deliciosa de Messi, que posteriormente ha repetido con Suárez y, esta vez sí, en el minuto 53, el uruguayo ha empatado el partido.
El Barça ha reaccionado, pero Valverde ha medio enloquecido. Fuera del campo Busquets, De Jong y Griezmann, y entran Arturo Vidal, Rakitic y Ansu Fati. Toda la carne en el asado y a buscar la remontada.
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Y la fórmula le ha acabado funcionando al Barça en el minuto 80. Ha sido gracias a una nueva jugada a balón parado y con un toque de fortuna. Rubén Pérez ha tocado con el talón un centro de Dembélé desde el córner, pero con la mala suerte de enviarla hacia su propia portería, donde estaba Arturo Vidal, que ha rematado con todavía más fortuna a gol. A pesar de parecer que sería anulado, el VAR ha confirmado que no era asistencia de un jugador del Barça y era gol válido.
El Barça gana con penurias en el campo del colista. Los blaugrana conservan el liderato sin exhibir un buen fútbol y volviendo a decepcionar.