Roony Bardghji está siendo una de las grandes sensaciones de la pretemporada del FC Barcelona. El joven talento sueco, fichado este verano como apuesta de futuro, está demostrando que está más que preparado para quedarse en el primer equipo. Su rendimiento en los entrenamientos y su impacto en los minutos que ha disputado en los amistosos han convencido a Hansi Flick, que ya tiene claro dónde encajará en su nuevo proyecto: será el recambio de lujo para Lamine Yamal.
Con tan solo 18 años, Lamine está llamado a ser una de las grandes referencias del equipo, pero Flick y su cuerpo técnico no quieren cargarlo con una responsabilidad excesiva ni agotar su físico a lo largo de una temporada que se prevé muy exigente. Por eso, el técnico alemán ha diseñado un plan para dosificarlo inteligentemente, y ahí entra Roony.
El ex del Copenhague ha respondido con madurez, talento y sacrificio, y no ha tardado en conectar con sus nuevos compañeros. Uno de ellos, Lamine, ha sido clave en este proceso. Ambos han mostrado una química excelente dentro y fuera del campo, y el joven extremo español ha recibido con total naturalidad y complicidad el plan de Flick.
Lamine lo tiene claro: el equipo, por encima
Fuentes cercanas al vestuario aseguran que Lamine ha dado su visto bueno a este reparto de roles, consciente de que no podrá jugar todos los partidos. A pesar de su juventud, el canterano tiene una mentalidad muy centrada en lo colectivo y sabe que su rendimiento será mejor si tiene espacios para descansar y recuperar entre encuentros. Además, la competencia sana con Roony puede ayudar a elevar el nivel de ambos.
El propio Lamine ha comentado en el entorno interno del club que ve en Roony a un compañero ideal, que puede asumir minutos importantes y aportar verticalidad, desborde y gol cuando a él le toque descansar o entrar desde el banquillo. Esta madurez del joven talento azulgrana ha sido muy valorada por Flick, que está encantado con la actitud del internacional español.
Flick confía en ambos
Hansi Flick considera que contar con dos extremos de ese nivel en la banda derecha es una bendición. Su idea es alternar titularidades y minutos en función del estado físico, el rival y las necesidades del equipo. No quiere exprimirse con un once fijo, y tanto Lamine como Roony encajan a la perfección en su sistema de juego dinámico y vertical.
Por lo tanto, salvo sorpresa, Roony Bardghji se quedará en el primer equipo esta temporada. La decisión ya está tomada, y con el respaldo de Lamine, el Barça tiene una banda derecha de presente y de futuro que ilusiona a todo el barcelonismo.