Lamine Yamal ya tiene 18 años, y parece increíble todo el que ha conseguido en tan poco tiempo. Desde su debut contra el Betis con Xavi en el banquillo, hasta convertirse en la gran estrella del Barça. Ha ganado la Eurocopa, siendo el mejor jugador joven del torneo, y ahora es uno de los candidatos al Balón de Oro. Todo eso, con solo 18 años. Lo que muchos soñarían conseguir en toda una carrera, él lo ha hecho en su adolescencia.
El joven de Rocafonda, ahora sí, ya tiene la mayoría de edad. Dos años le han bastado para ser la cara visible de una institución como el Barça. Su carrera avanza a una velocidad que, seguramente, nunca se había visto en nadie de su edad. El llamado periodo de adaptación implica, en el 99% de los futbolistas, tener tiempo para conocer al equipo, a los rivales o a la competición. Lamine no lo ha necesitado. Él juega sin miedo. De manera paradójica, son los rivales los que necesitan adaptarse a él.

El debut histórico contra el Betis
Una fecha marcada en la historia: 29 de abril del 2023. Xavi lo llama. Se viste con el número 41 y está listo para salir al terreno de juego. La espera un escenario inmejorable. Un Camp Nou con casi 90.000 espectadores. Seguramente, muchos de ellos no lo conocían. Otros, habían escuchado su nombre como un futbolista que destacaba en la cantera. Nadie se esperaba que se convirtiera, en tan poco tiempo, en quien es ahora.
Lamine sustituyó a Gavi en el minuto 83. 15 años y 290 días tenía. De hecho, se convertía en el debutante más joven de la historia del Barça en Liga. En siete minutos pudo marcar un gol y repartir dos asistencias. Ya se veía que era especial.

Una primera temporada que acaba con la Eurocopa
Su primer año ya fue meteórico. El de Rocafonda seguía una evolución que rompía todos los esquemas. Montjuïc alucinaba con el niño. No era para menos, cuando el partido se complicaba, la solución era pasarle a él. En cifras, marcó siete goles y repartió siete asistencias. Aún así, Lamine es aquel tipo de jugadores que su nivel no se mide en números. De hecho, es difícil, incluso, calificarlo en adjetivos.
Al acabar la temporada fue convocado para la Eurocopa. Allí, fue su explosión definitiva. Su gol contra Francia, en semifinales, todavía se encuentra en la retina de los aficionados. Las cifras hablan por sí solas: un gol y ocho asistencias o, explicado de otra manera, marcó o asistió en todos partidos desde los octavos hasta la final. Levantó el título y fue galardonado como mejor jugador joven del torneo.

La consolidación como estrella mundial
Su temporada 2024-25 carece de adjetivos. No ha tirado la puerta abajo: la ha hecho estallar y la ha reducido a cenizas. Ha aparecido en todos los partidos grandes: Real Madrid, Inter de Milán o Atlético de Madrid son algunos de los testigos. Las cifras impresionan: 18 goles y 21 asistencias con solo 17 años. Ahora sí, ya es una estrella mundial. Seguramente, la más precoz de la historia. Es el futbolista que ha conseguido modificar los parámetros con los cuales se regía el fútbol. Ha cambiado las normas y las ha hecho suyas.
El mundo del fútbol se ha rendido a sus pies. Guardiola, Messi, Cristiano Ronaldo o Zidane, son algunos ejemplos. Es imposible citar a todo el mundo. Ahora, con 18 años, es uno de los candidatos, junto con Dembélé, de ganar el Balón de Oro. Sería el más joven en la historia en alcanzarlo.

Y ahora, el número 10 del Barça
A partir de esta temporada, será el nuevo número 10 del Barça. Un número mágico en clave blaugrana, futbolistas como Messi, Ronaldinho, Romário o Maradona lo han llevado. Son palabras grandes. Eso sí, Lamine parece del todo preparado. Tal como dijo él mismo, dejó el miedo en el parque de Rocafonda. Es así. Ha pasado, en muy poco tiempo, del barrio al estrellato.