El futbolista catalán del AS Mónaco Keita Baldé se ha ofrecido a pagar un alojamiento a los 200 temporeros que actualmente se calcula que duermen en las calles de Lleida. En un mensaje publicado el viernes en las redes sociales, el futbolista de Arbúcies de origen senegalés explicó que está trabajando "duro" con la activista Nogay Ndiayeva para buscar "la mejor solución". Los dos, sin embargo, se están encontrando con trabas inesperadas.
La activista denunció este sábado el "racismo puro y duro" de todos los hoteleros y arrendadores de Lleida que, según explicó, se niegan a dar alojamiento a los temporeros. "Incluso ofreciendo el dinero por anticipado y asegurando la temporada de estos alojamientos, que este año ingresarán cero o prácticamente cero, dicen que no", aseguró Ndiayeva.
"Estamos en un sistema desagradable y feo donde para alquilar una vivienda o cualquier cosa te crean problemas por el color de piel o por ser de otro país", apuntó Baldé en un mensaje en las redes sociales. "Pido a los temporeros un poco de paciencia y fuerza", añadió.
ACN
En la misma línea se expresó Ndiayeva, que durante esta semana se ha encargado de hacer las gestiones y contactar con los hoteleros y arrendadores de la ciudad. Denuncia que, de momento, trece hoteles y pensiones de la ciudad han puesto "excusas" para no alojar a los temporeros por, según ella, motivos racistas. "Les ofrecemos pagarles por adelantado y les aseguramos tener todo el establecimiento lleno, todas las habitaciones durante cuatro meses en un verano que además será complicado para ellos, y la respuesta es no", explicó.
De hecho, la activista leridana añadió que, "conociendo el racismo de esta sociedad", se había centrado en buscar cuatro alojamientos en diferentes zonas de la ciudad para ubicar a estos 200 temporeros en grupos de 50 personas. De momento, tienen un alojamiento medio cerrado y esperan firmar el contrato este próximo lunes. Se trata de un pequeño edificio de alquiler que se adaptará para acoger a una cincuentena de trabajadores, según indicó.
Asimismo, también denunció el racismo que cada año sufren los temporeros que llegan a Lleida y que querrían alquilar una vivienda durante la campaña, pero que no encuentran porque los propietarios no se la quieren alquilar. "La gran mayoría quieren pagarse su alquiler, independientemente del convenio, pero no tienen esta oportunidad porque nadie se lo quiere alquilar, pues les ponen excusas", sentenció.