El FC Barcelona no se detiene. Mientras el equipo de Hansi Flick sigue encadenando victorias y mostrando un fútbol de alto nivel, Joan Laporta trabaja en la sombra para reforzar el entorno del técnico alemán. Uno de los movimientos más importantes es el regreso de Thiago Alcántara al staff de Flick en enero. La intención del presidente es clara: recuperar a un hombre clave que, durante su breve paso como asistente, dejó una huella profunda en la dinámica del equipo.

Thiago, quien llegó a Barcelona a mediados de julio, se incorporó al cuerpo técnico de Flick como un enlace perfecto entre el entrenador y la plantilla. Su dominio del alemán, su experiencia en el club y su conocimiento del "ADN Barça" fueron determinantes para ganarse rápidamente la confianza del staff y de los jugadores. Durante su estancia, Thiago se centró especialmente en trabajar con los jóvenes talentos, a quienes ayudó a pulir sus habilidades en el centro del campo. Sin embargo, por cuestiones fiscales y de residencia, tuvo que regresar al Reino Unido a finales de agosto.

Thiago Alcantara roda de premsa Mundial Rússia EFE

La salida de Thiago dejó un vacío importante en el cuerpo técnico. Durante su tiempo en Barcelona, el hispano-brasileño se convirtió en un elemento crucial en los entrenamientos, siendo habitual verle dirigiendo ejercicios y participando activamente en las sesiones de trabajo. Su implicación fue tal que incluso daba órdenes a algunos jugadores durante los partidos, algo que Flick agradeció profundamente. En su último encuentro como asistente, ante el Mónaco, se le vio muy activo, demostrando que su aporte iba más allá de lo esperado.

Ahora, tanto el club como el propio Thiago contemplan la posibilidad de un regreso en enero. Laporta ya ha movido ficha para asegurar que Thiago vuelva a integrarse al staff técnico. El presidente sabe que su presencia puede ser vital para consolidar la evolución del equipo bajo las órdenes de Flick, especialmente en el tramo crucial de la temporada. La relación entre Flick y Thiago es excelente; ambos trabajaron juntos en el Bayern de Múnich, y la complicidad que mostraron en el Barça ha sido evidente desde el primer día.

En declaraciones recientes, Flick reconoció la importancia de Thiago: "Es increíble su manera de ser y es bonito tenerle cerca. Ahora se marcha, pero no sé si volverá, ya lo veremos. Es su decisión". El técnico alemán sabe que contar con un exjugador del calibre de Thiago en su staff es un lujo, y su posible regreso en enero sería un refuerzo de lujo para el banquillo azulgrana.

Por ahora, el Barça ha cubierto la vacante con Arnau Blanco, un técnico con 11 años de experiencia en el fútbol formativo del club. Pero la puerta está abierta para Thiago, que aprovechará estos meses para estar con su familia antes de decidir su futuro. La vuelta del excentrocampista es vista como una gran noticia tanto por el vestuario, donde ha dejado amigos y admiradores, como por Flick, que lo considera un aliado fundamental en su proyecto.