Carlos Gimeno ha hecho historia este domingo conquistando la medalla de plata en la final de plataforma de 27 metros en el Mundial de Singapur, un éxito que le convierte en el primer deportista nacional en colgarse un metal y subir a un podio mundialista en los saltos de gran altura. Toda una gesta que, sin embargo, no ha servido para paliar la decepción del canario de 35 años, que había encabezado la competición desde la primera ronda de saltos.

Plata histórica, pero también agridulce...

Las medallas son muy caras y más en un Mundial, como dejó claro el rumano Constantin Popovici, que puso el acceso al podio carísimo, tras cerrar su serie con un espectacular triple mortal y medio hacia atrás con tres tirabuzones que le aupaba a la primera plaza provisional con una puntuación total de 408,70 puntos. El listón lo puso aún más alto el estadounidense James Lichtenstein, que presentó su candidatura a la medalla de oro con el quíntuple mortal hacia atrás que realizó en su tentativa final y el cual le disparó hasta los 428,90 puntos.

Ha llegado el turno de Carlos Gimeno, quien necesitaba sumar, al menos, 118,40 puntos en su último tanto para conservar la primera plaza que había ocupado desde la primera jornada de competición. Finalmente, a la hora de la verdad, una duda en el equilibrio de la plataforma, que le ha hecho caer hasta los 425,430 puntos, ha impedido al canario colgarse el oro en Singapur.

Nada más concluir la competición, Gimeno se ha mostrado orgulloso por haber hecho historia, pero no ha ocultado su decepción por quedarse a las puertas del oro: "Muy orgulloso de quedar subcampeón del mundo. Tuve el oro muy cerquita, pero por tres puntos no pudo ser". A pesar de todo, con su medalla, la duodécima en el presente Mundial de la delegación, España iguala el récord de preseas de Barcelona 2013.