Lamine Yamal sigue rompiendo barreras de precocidad y reconocimiento. Tras ser nombrado recientemente Balón de Plata 2025 por detrás de Ousmane Dembélé (PSG), el joven atacante azulgrana se ha consolidado como una figura global capaz de marcar no solo partidos, sino también proyectos deportivos. Su influencia ya se percibe en el mercado, donde grandes nombres ven con buenos ojos compartir vestuario con él. Entre ellos, uno sobresale: Harry Kane.
El delantero inglés, que ha arrancado la temporada 2025-26 con cifras demoledoras —10 goles en los primeros cinco partidos de la Bundesliga—, estaría abierto a un cambio de aires en el verano de 2026. El FC Barcelona aparece en el horizonte como un destino posible, especialmente teniendo en cuenta que Robert Lewandowski difícilmente renovará su contrato y que la dirección deportiva busca un nuevo referente ofensivo.

Kane, un perfil que encaja en la planificación
Para Joan Laporta, asegurar un delantero de primer nivel en el corto plazo es prioritario. El club es consciente de que la era post-Lewandowski exigirá un futbolista con jerarquía, experiencia y capacidad inmediata de decidir partidos grandes. En ese contexto, Kane encaja a la perfección: máximo goleador, capitán de Inglaterra y una de las piezas más consistentes del fútbol europeo en la última década.
Además, el factor Lamine Yamal no es menor. El inglés sabe que jugar junto a una estrella emergente de solo 18 años le situaría en un ecosistema ideal para seguir compitiendo por títulos y ampliar su legado. La proyección de Yamal, unida a la ambición de Flick por construir un proyecto competitivo en Europa, son elementos que inclinan la balanza hacia Barcelona.
El peso de la Champions y la figura de Laporta
El gran interrogante, como siempre, será la capacidad del Barça de competir económicamente con otros gigantes europeos. Kane genera interés en la Premier y podría tener ofertas muy superiores en lo financiero. Sin embargo, el atractivo de ser parte del resurgir azulgrana, al lado de un talento generacional como Yamal, añade un valor intangible difícil de igualar.

En el Camp Nou confían en que la relación entre Laporta y el entorno del futbolista, junto con la necesidad deportiva evidente, puedan colocar al Barça en la pole position. El presidente ya ha demostrado en otras ocasiones su habilidad para seducir estrellas con argumentos deportivos e históricos más allá del salario.
De cara a 2026, el Barça afronta un punto de inflexión en su delantera. Harry Kane, con su instinto goleador y su experiencia en escenarios de máxima exigencia, podría ser el relevo perfecto para Lewandowski. Y si algo queda claro es que Lamine Yamal se ha convertido en un imán de talento capaz de moldear el futuro inmediato del club.