Las polémicas arbitrales ya son un clásico de Clàsicoss. Cada vez que Barça y Real Madrid se ven las caras, sea en el Santiago Bernabéu o en Barcelona, el árbitro adquiere un rol de protagonista. Y no por firmar un partido tranquilo, sin ninguna jugada controvertida, sino que todo el contrario. En cada Clásico hay varias jugadas que acaban con quejas de parte de los dos equipos. Pero en este último enfrentamiento de Liga, quien se siente claramente perjudicado es el conjunto blaugrana, que pide como gol un remate de espuela de Lamine Yamal que Lunin ha parado a la línea de gol, que ha generado muchas dudas a la hora de saber si ha entrado completamente o no.

La ausencia del goal-line technology genera una gran polémica en el Bernabéu

La polémica se ha generado en torno al minuto 30, cuando el partido estaba igualado a un gol. Raphinha ha ejecutado un córner en el primer palo que Lamine Yamal, sorprendiendo a todo el mundo de talón, ha intentado colar por el primer palo. Y ha estado a punto de superar a Lunin, pero el ucraniano, que esperaba la pelota en el segundo palo, ha reaccionado a tiempo para parar la pelota bajo la línea de su portería. Los jugadores del Barça han pedido gol de manera insistente, pero César Soto Grado, que estaba arbitrando su primer Clásico, ha optado por la decisión prudente: no dar la diana.

Jules Kounde Lamine Yamal Barça / Foto: EFE
Jules Kounde y Lamine Yamal comentan la decisión de César Soto Grado/ Foto: EFE

Y ante esta decisión, toda la responsabilidad recaía en el VAR, que tenía que decidir si la pelota había entrado entera o no. Hay que recordar que, a diferencia de lo que sucede a la Champions League y otras grandes ligas europeas como la Premier League o la Serie A, la Liga no tiene la tecnología del goal-line technology, que sirve para detectar de manera instantánea si esta clase de jugadas son gol o no. Las tomas de las que ha disfrutado el videoarbitraje no eran bastantes claros para tomar una decisión sin dudar y el Barça se ha sentido de nuevo perjudicado.

¿Por qué no hay ojo de halcón a la Liga?

Más allá del criterio que ha tenido el árbitro principal y sus asistentes del VAR, lo que evidencia esta jugada es que la Liga se encuentra un paso atrás con respecto a las ligas con las cuales tiene que competir. De hecho, para jugadores recién llegados a la Liga, como Ilkay Gündogan, que ha jugado varias temporadas a la Premier League es extraño que no esté implantada esta tecnología. Prueba de eso es que en el momento del gol fantasma, el jugador germánico se ha acercado a César Soto Grado para preguntarle que decía el reloj. Lo que no sabía Gündogan es que la LaLiga prefiere no abonar los tres millones de euros anuales que supone poder detectar estas jugadas sin polémica.

Árbitro César Soto Grado Barça / Foto: EFE
El árbitro César Soto Grado enseña una amarilla al Barça / Foto: EFE

Por qué no tener el goal-line-tecnology es una decisión puramente económica. El estamento presidido por Javier Tebas lo ha explicado en varias ocasiones: para poder homologar el ojo de halcón a través de la empresa Hawk-Eye, la encargada de proveer el VAR en España, habría que pagar tres millones extras para tenerlo a Primera División y un millón más para llevarlo también a Segunda. Una cifra que LaLiga no considera rentable, sobre todo teniendo en cuenta también que todos los campos se tendrían que adaptar para que funcione correctamente.

Javier Tebas saca pecho a través de un tuit polémico

Después de esta polémica, todas las miradas se han centrado en Javier Tebas y la Liga, acusada de falta de profesionalismo con esta decisión. Sin embargo, Tebas, lejos de dar explicaciones, ha sacado pecho, publicando un tuit en su red social personal donde recogía varios artículos en los que se criticaba el sistema que tienen las otras ligas.

"Sin comentarios", comenta al presidente de la Liga, acompañando estas palabras de cuatro artículos que señalan errores del ojo de halcón a las otras cuatro grandes ligas europeas: Serie A, Budesliga, Premier League y Ligue 1. Así pues, parece que la intención de Tebas es continuar sin la goal-line-tecnology y en la Primera División seguirán pudiendo existir estas polémicas. Esperamos que suceda el menor número de veces posible, por el bien de los aficionados, de los árbitros y de los clubs perjudicados. Nunca sabremos a ciencia cierta si el gol de Lamine Yamal ha entrado o no.