El Girona empata contra el Celta de Vigo gracias a un gol de Juanpe en los últimos minutos. Ninguno de los dos equipos ha conseguido dominar un partido marcado por los errores defensivos y el descontrol.

Locura de goles

El Girona llegaba a Balaídos con ganas de acabar con una racha negativa de cuatro partidos consecutivos sin marcar. La falta de acierto ha condicionado el inicio de un equipo que sólo ha tardado nueve minutos en encajar el primer gol. El Celta ha encontrado a Pione Sisto en el segundo palo para que hiciera el 1-0 de cabeza.

La reacción del Girona, sin embargo, ha sido inmediata. Sólo un minuto después, Portu ha aprovechado un centro lateral de Mojica para empatar. El partido volvía a empezar. Los de Pablo Machín estaban cómodos, defendiendo y pisando el área rival. Y la remontada ha llegado con una jugada de estrategia perfectamente ejecutada que ha rematado Stuani sobre la línea. 1-2 cuando sólo se habían jugado 14 minutos.

El Celta no ha acusado el golpe psicológico de verse por debajo en el marcador y ha aprovechado un error del Girona en defensa para hacer el 2-2. Maxi Gómez, máximo goleador de los gallegos, ha superado a Iraizoz sin problemas después de un contraataque. Cuatro goles en 16 minutos. Un partido absolutamente loco.

Como era de esperar, las ocasiones y las pulsaciones han disminuido después de los cuatro goles. Ninguno de los dos equipos quería repetir errores pero eran incapaces de combinar ataques con jugadas de posesión. El resultado era justo porque nadie había hecho méritos suficientes para desnivelar la balanza.

Más Celta

La segunda parte ha empezado con el mismo marcador y los mismos 22 protagonistas. Sin embargo, el guion ha sido diferente. El Celta no ha tardado en convertirse en el amo y señor de la pelota para someter a un Girona que sufría para defender y tapar unos espacios que aprovechaba Iago Aspas para filtrar pases a la espalda de los centrales.

Iraizoz ha sido el gran artífice para mantener el 2-2 en el tramo final. El portero del Girona se ha lucido con una doble parada, desviando los disparos de Roncaglia y Maxi. El Celta ganaba en el intercambio de golpes. Y Juan Carlos Unzué ha querido aprovechar el momento. Emre Mor ha sido el último cambio para buscar un gol que valía tres puntos. Machín ha hecho lo mismo, para mantener el resultado y buscar la cabeza de Olunga y las piernas de Kayode con balonazos largos.

El mismo Emre Mor ha provocado una falta decisiva. Daniel Wass, desde 25 metros, ha aprovechado la ocasión para engañar a Iraizoz con un disparo que ha entrado por su palo. Jarra de agua fría para un Girona que sólo tenía 15 minutos para no volver de Vigo con las manos vacías. Más que suficiente.

El Celta ha dado un paso atrás y lo ha pagado caro. Juanpe ha cazado una pelota muerto dentro del área de los gallegos para marcar con la pierna izquierda y después de un disparo cruzado el gol del empate. 3-3 a falta de cinco minutos para el final. Una demostración de amor propio después de encadenar cuatro partidos sin ganar.

El Girona ha acabado dando por bueno el punto, aunque puede acabar la jornada en posiciones de descenso si el Deportivo de la Coruña y el Eibar ganan sus partidos. Ahora, a Machín le toca aprovechar el segundo parón internacional de la temporada para recuperar sensaciones y volver a ganar. El Villarreal, próximo rival en Montilivi.