El escenario en el Real Madrid no ha cambiado en absolutamente nada a pesar del buen partido de Rodrygo ante el Manchester City. El brasileño firmó una actuación notable en Champions, generó peligro constante y llevó la iniciativa ofensiva del equipo en una primera parte en la que recordó a su mejor versión. Sin embargo, esa actuación no ha modificado la hoja de ruta que la dirección deportiva considera imprescindible para el próximo verano y que pasa por una limpieza profunda de la plantilla en la que el delantero aparece marcado en rojo si llega una oferta de al menos 70 millones de euros.
Un partido brillante que no cambia la decisión
Así pues, el encuentro contra el City fue un respiro para un jugador que llevaba más de treinta partidos oficiales sin marcar. Su aportación, su movilidad y su capacidad para desbordar devolvieron por momentos la sensación de estar ante un futbolista diferencial. Pero la realidad es que en el club entienden que un partido aislado no compensa una racha tan prolongada de irregularidad en un equipo que exige impacto inmediato y sostenido.

Y es que, en los despachos, la conclusión es clara. La planificación deportiva del Real Madrid requiere ventas significativas para ajustar el límite salarial, liberar espacio y preparar la llegada de refuerzos de primer nivel. Entre los nombres que se contemplan para abandonar el club, Rodrygo es considerado una pieza con gran mercado y una oportunidad para cerrar una operación rentable.
El Real Madrid necesita un cambio
De este modo, según cuentan fuentes cercanas al club no atenderá negociaciones por debajo de los 70 millones. Se trata de una cifra que consideran acorde al potencial del jugador y al interés creciente que ha despertado en la Premier League, donde varios equipos valoran su capacidad para jugar en cualquier posición del frente de ataque. El Madrid entiende que es el momento idóneo para hacer caja si llega la propuesta adecuada.
La realidad es que Rodrygo no tiene asegurado su futuro en el Santiago Bernabéu. A nivel interno, nadie oculta que se valoran todas las vías para reconstruir el ataque blanco, y su salida, si deja un beneficio importante, es vista como un movimiento estratégico. El jugador, por su parte, mantiene su deseo de triunfar de blanco, pero depende por completo de cómo se mueva el mercado.
Así pues, por brillante que haya sido su actuación ante el City, el plan del club sigue intacto y si alguien pone 70 millones sobre la mesa, Rodrygo saldrá del Real Madrid sin margen para la duda.