Hans-Dieter Flick se ha encargado de trasladar a Deco una lista de jugadores que considera que no están preparados para ayudar al equipo, y que deben de salir. Durante esta campaña ya han tenido un rol muy residual, y cuando han jugado no han hecho méritos para merecer más oportunidades, así que ya tiene decidido que prescindirá de ellos, para dejar espacio en el vestuario del Barça, para las nuevas caras que espera traer.
Antes de entrar, siempre es necesario dejar salir, y el técnico alemán ya tiene muy claro cuáles son los futbolistas que no cumplen con los requisitos para permanecer en el Camp Nou durante más tiempo. Comenzando por Iñaki Peña y por Héctor Fort, dos de las bajas menos sorprendentes, considerando que han tenido un papel totalmente residual. Y en el caso del guardameta alicantino, la relación que existe entre ambos es inexistente.
Desde que decidió quitarle la titularidad para apostar por Wojciech Szczęsny como reemplazo de Marc-André ter Stegen, ya ni siquiera se dirigen la palabra. Y no hay ninguna duda de que acabará dejando el club. Una situación muy similar a la de Pablo Torre y a la de Pau Víctor, que esperaban poder tener más minutos, aunque ya eran conscientes de la enorme competencia que existía en sus demarcaciones, que dificultaba enormemente sus opciones.
Pero consideran que Flick no fue sincero con ellos, y para seguir con su evolución, necesitan irse a un equipo donde sí puedan ser protagonistas. De manera que no hay dudas de que también abandonarán el Barça, que no ha tardado mucho tiempo en incluirlos en la lista de transferibles. No obstante, el caso que más preocupación genera a Joan Laporta y a Deco es el de Anssumane Fati, quien se ha convertido en un auténtico dolor de cabeza.
Ni juega ni aporta nada, y ‘Hansi’ quiere que se vaya lo antes posible, pero es complicado encontrar a alguien que pueda pagarle el mismo sueldo que percibe, de 12 millones de euros anuales.
Ronald Araújo y Andreas Christensen, dos ventas sorprendentes
Y para finalizar, tenemos los nombres de Ronald Araújo y de Andreas Christensen, que son dos ventas sorprendentes, pensadas para poder obtener unos ingresos importantes y considerables.
El uruguayo ha sido una de las notas negativas del año, mientras que el danés prácticamente no ha podido jugar por culpa de las lesiones, y aparte finaliza su contrato con el Barça en 2026.