Hace apenas unas semanas, Andreas Christensen tenía prácticamente decidido su futuro lejos del FC Barcelona. El club veía con buenos ojos una posible venta, especialmente por su perfil de jugador con mercado y por la necesidad de aligerar masa salarial. Incluso su entorno ya sondeaba ofertas en la Premier League y la Serie A. Sin embargo, todo ha cambiado en cuestión de días. Hansi Flick ha decidido que el danés se queda.
Christensen, de transferible a intocable
Cuando Flick aterrizó en el banquillo del Barça, uno de los primeros análisis que hizo junto a la dirección deportiva fue determinar qué jugadores debían salir para hacer hueco a nuevas incorporaciones. En esa lista estaba Christensen, que pese a su buena temporada anterior, había perdido protagonismo en el tramo final del curso y no parecía encajar en los planes iniciales del técnico alemán.

Pero el fútbol es cambiante, y también lo son las decisiones en los clubes grandes. Flick ha quedado muy satisfecho con el rendimiento y la actitud de Christensen en los últimos entrenamientos y en las sesiones de evaluación táctica que se han llevado a cabo en la recta final de la anterior campaña. Su polivalencia, su perfil técnico y su experiencia han pesado más que la idea inicial de buscarle salida.
Una pieza útil y sin coste
Además del factor futbolístico, el club valora que Christensen llegó gratis en 2022 desde el Chelsea, por lo que cualquier ingreso sería ganancia neta. Sin embargo, vender a un jugador consolidado y de nivel contrastado sin necesidad real podría ser un error deportivo.
Una vez superados los problemas físicos, Christensen puede ser un jugador más que útil en una temporada larga y con muchos títulos en juego. Flick lo tiene claro.

Salvo sorpresa, seguirá en el Camp Nou
Hoy por hoy, Christensen continuará en el Barça la próxima temporada salvo oferta inesperada e irrechazable. Ni el jugador presiona para salir, ni el técnico quiere perderlo. Flick ha dejado claro que cuenta con él, y así se lo ha transmitido al futbolista, que se siente valorado y motivado para seguir compitiendo por un puesto en el once titular.
El Barça aún debe tomar muchas decisiones en este mercado, pero una ya está tomada: Christensen se queda. De casi tener las maletas hechas, a convertirse en un jugador que apunta a ser importante en la nueva etapa culé. Un giro de guion que demuestra que, en el fútbol, las decisiones no se toman solo con números, sino también con sensaciones. Y Flick, de momento, se ha dejado guiar por las que ha tenido en el césped.