Hans-Dieter Flick ya está totalmente concentrado en el partido contra el Paris Saint-Germain, que será el primer rival de máxima exigencia que tendrá el Barça. Un duro examen en la segunda jornada de la fase regular de la Champions League, contra el vigente campeón de la competición, aunque Luis Enrique tendrá muchas bajas. Porque no podrá contar con piezas indispensables como Marquinhos, Ousmane Dembélé, Joao Neves o Khvicha Kvaratskhelia.

Los azulgranas, por otra parte, han recuperado a tiempo a Lamine Yamal, que muy probablemente será titular, mientras que Alejandro Balde también está de nuevo disponible. No estarán ni Raphinha Dias ni Joan García, y esto obligará al entrenador alemán a tener que hacer algunas modificaciones, mientras que Pau Cubarsí tampoco llegará. Una gran noticia para los intereses de Andreas Christensen, a priori, aunque la realidad es muy distinta.
Porque ’Hansi’ tiene decidido que prescindirá del internacional danés, y apostará por Ronald Araújo y por Eric García como pareja de centrales. El ‘4’ está sorprendiendo con las buenas actuaciones que ha protagonizado en este inicio de curso en el Camp Nou, y el de Martorell se ha convertido en uno de sus intocables, como demuestra el hecho de que haya tenido un papel muy protagonista, jugando absolutamente en todas las demarcaciones de la retaguardia.

Todo esto condena al ex del Chelsea, del Brondby y del Borussia Mönchengladbach a un rol secundario. Contra la Real Sociedad tuvo un buen partido, pero no acaba de convencer a Flick, quien valora su facilidad para sacar la pelota controlada desde la defensa, pero cree que le falta más contundencia y velocidad. No acaba de encajar en el estilo de juego que propone el Barça, y tiene algunas limitaciones que han provocado que sea la última opción en las rotaciones.
Así que contra el PSG comenzará como suplente, debido a que el mánager de 60 años no considera que esté preparado para ser titular indiscutible. Y menos, contra un rival de primer nivel.
El Barça paraliza la renovación de Christensen
Precisamente, la poca confianza que Flick ha demostrado tener en las habilidades de Christensen son el motivo por el cual el Barça ha optado por paralizar las conversaciones para la ampliación de su contrato.
Y considerando que queda libre el próximo 30 de junio, es muy probable que acabe haciendo las maletas, y sin dejar ni un solo euro en las arcas.