La temporada apenas ha comenzado y en el FC Barcelona ya se encienden las primeras alarmas. El equipo de Hansi Flick no termina de mostrar la solidez que se esperaba tras un verano en el que apenas llegaron refuerzos de peso. El alemán, que afronta su segundo año en el banquillo culé, ha trasladado un mensaje claro a la directiva: si en enero no llega un central de jerarquía, el Barça tendrá un serio problema.
Un mercado insuficiente
El Barça se reforzó con Joan García, guardameta procedente del Espanyol, el fichaje joven de Roony Bardghji y la cesión de Marcus Rashford, pero la plantilla también sufrió una baja decisiva: la marcha de Iñigo Martínez rumbo a Arabia Saudí. La salida del central vasco dejó un hueco muy difícil de cubrir, tanto por su experiencia como por el liderazgo que aportaba a la zaga.

Flick ya lo advirtió en verano: sin un defensa de jerarquía, la temporada se podía complicar. Y tras apenas tres jornadas, el diagnóstico parece claro.
El ejemplo de Vallecas
El empate ante el Rayo Vallecano dejó al descubierto las carencias defensivas del Barça. Flick apostó por dar un giro a la pareja de centrales, alineando a Christensen y Eric García como titulares. Sin embargo, la defensa mostró muchas dudas y concedió demasiado a un rival que, con más acierto, pudo haber dejado al Barça sin puntos en Vallecas.
Las sensaciones fueron alarmantes. Ni Christensen, aún lejos de su mejor versión, ni Eric García, más habituado a cubrir el lateral derecho en este inicio de curso, consiguieron transmitir seguridad. El técnico alemán lo tiene claro: la zaga no puede sostener al equipo con los efectivos actuales.
Falta un líder
El gran problema del Barça no es solo la calidad individual de los defensores, sino la ausencia de un líder en la línea de atrás. Pau Cubarsí, pese a su talento precoz, sigue en fase de aprendizaje. Ronald Araujo atraviesa un momento irregular, y tanto Christensen como Eric ofrecen soluciones más puntuales que consistentes.

La figura de Iñigo Martínez, con su experiencia y capacidad para ordenar al bloque, se echa mucho de menos. Flick lo sabe y por eso insiste: en enero debe llegar un central de primer nivel que devuelva la jerarquía perdida.
Un mensaje para la directiva
El entrenador no quiere dejar pasar el tiempo. Consciente de que la temporada es larga y exigente, Flick ha pedido a la dirección deportiva un esfuerzo en el mercado invernal. Sabe que sin esa pieza clave, las opciones de pelear por todos los títulos podrían desvanecerse antes de tiempo.
El mensaje está lanzado: el Barça ha empezado a tambalearse en defensa y el mes de enero será decisivo para corregir el rumbo.