De puertas hacia fuera, el PSG es un cuento de hadas, una plantilla de ensueño en busca de todos los títulos posibles. De puertas hacia dentro, en cambio, el equipo parisino en un auténtico polvorín que en cualquier momento puede saltar por los aires. Así lo asegura este martes L'Équipe, que abre la publicación con un extenso reportaje en el que asegura que los problemas internos del equipo parisino son muy graves, y tienen a Messi y a Neymar entre los principales protagonistas.

Tanto es así que Nasser Al-Khelaïfi teme perder el control del vestuario, en el que las envidias y los clanes crecen cada día que pasa. Solo falta que lleguen los malos resultados y un aumento de las críticas para que todo acabe explotando.

Nasser Al Khelaifi Leo Messi Balon Oro Foto PSG

Nasser Al-Khelaïfi, con Messi, en la gala del Balón de Oro 2021 / PSG

Lucha de clanes

Uno de los principales puntos de fricción es la envidia de una parte del vestuario hacia los privilegios de unos pocos. Neymar, por ejemplo, no tiene reparos en pasearse por los locales de moda de la ciudad e incluso de no presentarse a actos obligatorios del club sin ser sancionado. A ello se le añade Messi, que también vive con unos privilegios enormes a ojos de los demás. El problema es que los compañeros de ambos jugadores también son grandes estrellas, lo que provoca que las envidias vayan creciendo día tras día. Según la misma fuente, el hecho de que Messi y Paredes se perdieran un entrenamiento tras la gala del Balón de Oro por "síntomas de gastroenteritis" generó un revuelo en el vestuario, donde hay jugadores que empiezan a estar hartos.

A todo ello se añade, según L'Équipe, la creación de clanes dentro del vestuario, lo que hace temer que la unión del grupo peligre seriamente. Por un lado, está el clan sudamericano, con Messi, Neymar, Marquinhos, Di Maria o Paredes, a los que se ha añadido Verratti. Por otro, está el clan francés, con Mbappé, Kimpembe, Diallo o Kurzawa entre sus integrantes. Y es que precisamente la renovación de Mbappé es otro de los puntos calientes, pues dentro del propio vestuario hay partidarios de que debe seguir y otros que están hartos de que el delantero no se acabe de definir.

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Kylian Mbappé, en un partido del PSG de esta temporada / EFE

Envidias y polémicas

A todo ello se añaden los 2 escándalos que han removido los cimientos de la plantilla en este inicio de temporada. El primer, el de Icardi, que centró la atención de la prensa del corazón tras su rotura y posterior reconciliación con su mujer y representante Wanda Nara. El argentino, que no mantiene buena relación con ninguno de los dos clanes dominantes, llegó a viajar a Milán en plena concentración del equipo.

Y después está la polémica entorno a la portería, de la que se acusa directamente a Mauricio Pochettino. El entrenador decidió no decantarse ni por Navas ni por Donnarumma, alternándoles, lo que ha acabado en guerra interna. Primero fue Mino Raiola, representante del italiano, el que añadió leña al fuego. "No sé si esta situación se ha convertido en un problema, pero todos saben cómo va a terminar esta historia. Todo se decidirá a favor de Gianluigi", afirmó en una entrevista a la RAI. Poco después, tras un partido contra el Niza, Navas soltó una frase ante Donnarumma tras recibir la visita del portero del Niza, Bulka, con el que comparte marca de guantes, Sells. "Los mejores porteros del mundo llevan esta marca", afirmó el exmadridista.

 

Imagen principal: Messi y Neymar, en un partido del París Saint-Germain / EFE