La tensión entre Lewis Hamilton y Ferrari ha explotado de forma definitiva después de solo seis carreras. Lo que empezó como una alianza histórica cargada de expectativas se está convirtiendo en una relación tóxica con signos evidentes de ruptura inminente. El último episodio, vivido durante el Gran Premio de Miami, ha dejado expuestas todas las grietas entre el piloto británico y su nuevo equipo.

El fin de semana no empezó bien. Hamilton se clasificó en el 12º puesto, muy lejos de su compañero Charles Leclerc, que partía desde la octava posición. Sin embargo, el inglés logró remontar hasta situarse justo detrás del monegasco. Pero ahí comenzaron los problemas. Hamilton exigió por radio que Leclerc le dejara pasar, asegurando que estaba quemando sus neumáticos detrás de él y que tenía mejor ritmo.

Charles Leclerc Ferrari / Foto: EFE
Charles Leclerc Ferrari / Foto: EFE

Hamilton estalla contra Ferrari en plena carrera

Ferrari, no obstante, se negó inicialmente a autorizar el cambio de posiciones. "Queremos que te mantengas en el DRS con Charles. Continúa así", le apuntaron desde el paddock. Y aquello desató la frustración de Lewis: "Chicos, esto no es un buen trabajo de equipo, es todo lo que voy a decir. ¿Queréis que me quede aquí sentado toda la carrera?” preguntó irónicamente. Y cuando finalmente el equipo accedió a permitirle adelantar a Charles, Hamilton soltó otro dardo: “¡Ah, tómate un descanso para tomar un té!” en un tono claramente sarcástico.

Pero el momento más tenso llegó poco después. A pesar del cambio de posiciones, Hamilton no logró alcanzar al piloto que tenía por delante, y Ferrari decidió revertir el intercambio, pidiendo al británico que devolviera la posición a Leclerc. Lewis cumplió, pero no sin dejar otro mensaje envenenado cuando le avisaron de que Carlos Sainz estaba cerca: “¿También queréis que le deje pasar?”, dijo en clara muestra de desprecio por las órdenes del equipo.

Alta tensión en Ferrari

La carrera terminó con Leclerc séptimo y Hamilton octavo, un resultado muy pobre para un equipo que soñaba con luchar por el campeonato con sus dos pilotos estrella. La realidad es otra: Ferrari no tiene coche para competir con Red Bull ni con McLaren, y ahora suma un nuevo problema interno: una subida de tensiones que apunta al divorcio más pronto que tarde.

Lewis Hamilton Ferrari / Foto: @ScuderiaFerrari
Lewis Hamilton Ferrari / Foto: @ScuderiaFerrari