El Espanyol ha sufrido para llevarse un punto de Anoeta, pero lo ha acabado haciendo gracias a un gol de Leo Baptistao y un planteamiento muy defensivo. Los de Quique Sánchez Flores han sido inferiores a su rival pero han vuelto a puntuar a domicilio después de la derrota en el Bernabéu.

Estratega Quique

Esta temporada, el Espanyol está llevando en práctica un juego más activo que pasivo en términos de voluntad ofensiva. La llegada de Sergi Darder ha mejorado el juego de un equipo que busca hacer daño a partir de la posesión de pelota. Hoy, sin embargo, Quique sabía que en frente tenía un conjunto que, entrenado por Eusebio, no negocia el juego de posesión. Y ha decidido que la estrategia se tenía que basar en ser sólidos defensivamente y rápidos al contraataque.

De esta manera, sus hombres se han plantado con dos líneas de cuatro infranqueables y con pocas fisuras. Empequeñecer cualquier espacio que la Real pudiera aprovechar como vía para no encajar ningún gol. Y también muy ordenados y compenetrados, Gerard Moreno y Leo Baptistao han formado la primera unidad de presión.

El éxito del plan estaba en manos de la inspiración de los vascos y la concentración blanquiazul. Y, evidentemente, de un alto porcentaje de efectividad. Los jugadores visitantes sabían que contarían con los dedos de la mano las oportunidades que tendrían de perforar la portería de Rulli y que, por lo tanto, tenían que estar acertados si querían hacerlo. Todo un reto.

Sólo han tenido que pasar nueve minutos para que los catalanes se adelantaran. Jurado, que este curso está jugando mucho más liberado de tareas defensivas, ha realizado un centro desde la derecha del ataque y Leo Baptistao se ha encargado de rematarlo por encima del portero argentino de la Real Sociedad. Susto en Anoeta. Reto logrado.

Persistencia vasca

El resto de la primera parte ha sido un querer y no poder para los locales. La pelota ha tenido un dominador claro y el juego se ha localizado en campo perico durante muchos minutos. Monopolio sin efecto. La defensa del Espanyol no se resquebrajaba y, cuando lo ha hecho, un más que consolidado Pau López se ha erigido como muro insuperable. Él ha sido, para la Real, la frontera entre la victoria y la derrota.

Además, los de Eusebio han salido en la reanudación con todavía más convencimiento y ganas de cambiar el partido. Desde el primer minuto, el equipo vasco ha acosado a su rival y le ha dicho por activa y por pasiva que los segundos 45 minutos se le podían hacer muy largos. Y que tendrían que defenderse mucho más cerca de su portero.

La persistencia acostumbra a tener premio y la injusticia no suele ser eterna. Januzaj, que quiere dejar atrás su status de promesa para ser una estrella, ha realizado una gran jugada individual y ha servido el gol en bandeja a Illarramendi. Donde no ha llegado el colectivo ha tenido que hacerlo el talento individual. Adnan es la gran esperanza en Bélgica y en el mundo del fútbol en general. En Old Trafford ya pudieron disfrutar de su mejor versión.

Sufrimiento final

Que uno de los cambios de Quique haya sido el de Dídac Vilà  por Piatti es una clara prueba de la voluntad perica de conservar el resultado. Que el primer córner a favor de los visitantes haya sido lanzado en el minuto 80, también. Aun así, después del empate los blanquiazules han conseguido alejar la pelota de su área. El sufrimiento se ha producido más por inercia que por lo que realmente ha pasado sobre el césped.

Al final, la estrategia defensiva ha servido al Espanyol para sumar un punto en un campo complicado como es Anoeta. Una jornada más, los pericos continúan en zona de nadie a la Liga Santander.