El Espanyol no ha conseguido pasar del empate contra el Celta de Vigo (0-0). El equipo de Francisco Rufete ha enseñado las dos caras de la moneda, con una primera parte mucho más activa, y una segunda parte más floja. El Celta, que necesitaba una victoria para salvarse del descenso, no ha podido materializar ninguna ocasión, pero el empate entre el Real Madrid y el Leganés, el rival directo en la lucha para seguir en la máxima categoría, ha permitido que certifique su permanencia en Primera División.

Orgullo perico

Aunque quien tenía factores en juego era el Celta, los gallegos, en la primera parte, no han tenido la iniciativa. Las ocasiones no llegaban en ninguna de las porterías, pero como mínimo el Espanyol daba la sensación de buscar más el gol.

La motivación de salvarse del descenso parece que no ha sido suficiente y el equipo de Francisco Rufete ha firmado las mejores ocasiones de los primeros 45 minutos. Wu Lei, hombre de referencia en el ataque, ha tenido un par de ocasiones que ha desperdiciado.

En las postrimerías del primer tiempo ha llegado el gol de Embarba con un disparo desde la frontal. Pero como parece que la mala suerte es la compañera inseparable del equipo blanquiazul, el gol ha sido anulado porque el árbitro ha tocado la pelota y ha influido en la jugada.

Intensidad sin premio

La segunda parte ha empezado con un Celta mucho más intenso, como si se jugara su permanencia en Primera División. Vaya, lo que pasaba realmente, pero que parecía que había olvidado durante los primeros 45 minutos.

A pesar de la mejora del equipo gallego, el tiempo pasaba y el gol no llegaba. Los jugadores que no estaban convocados estaban más pendientes de lo que pasaba en el partido entre el Leganés y el Madrid que de lo que pasaba a Cornellà.

En el último momento los dos equipos han tenido una ocasión muy clara, con un palo de Víctor Sánchez por parte de los blanquiazules, y un disparo cruzado de Iago Aspas por parte de los gallegos.

Finalmente, el Celta ha conseguido su objetivo principal, permanecer un año más en Primera División, y el Espanyol también ha conseguido el suyo, despedir una temporada dramática que quedará en la historia más negra del club.