El vestuario del Barça atraviesa un debate interno cada vez más complicado sobre la figura de Robert Lewandowski. El polaco vuelve a estar en el centro de todas las críticas. El legendario goleador vive un momento de forma muy preocupante y muchos dentro del equipo no entienden que Hansi Flick siga apostando por él como titular indiscutible en este tipo de noches en las que nada le sale.

La última muestra llegó ante el Atlético de Madrid, un partido en el que el Barça ganó a pesar del mal nivel que ofreció Lewandowski. Su rendimiento fue uno de los más flojos del encuentro. No presionó, no intimidó a Oblak y genera espacios con desmarques como sí que lo hace Ferran Torres. Y lo que es peor, no marca diferencias en el área, donde se supone que debe ser letal.

El penalti fallado desata la frustración

El penalti ante el Atlético fue la gota que colmó el vaso. Lewandowski envió el balón a las nubes en un lanzamiento absolutamente desconcertante, impropio de un futbolista de su categoría y que se presupone infalible a la hora de buscar portería. En el banquillo hubo gestos de incredulidad, y en el campo, compañeros que no podían creer lo que acababan de ver. Ese error, sumado a su incapacidad para batir a Jan Oblak en las ocasiones que tuvo, ha encendido todas las alarmas en can Barça.

Robert Lewandowski   Instagram
Robert Lewandowski Instagram

Y es que el equipo nota su falta de profundidad física. Con 37 años y un desgaste altísimo, Lewandowski ya no puede sostener la presión que exige Flick en campo rival. Se queda a medias en las disputas, llega tarde a los duelos y, cuando por fin recibe balón, no demuestra la precisión ni el instinto goleador de otras temporadas. Sus fallos son cada vez más frecuentes, es más impreciso y eso el equipo lo nota.

El vestuario pide cambios urgentes

Dentro del vestuario, varios jugadores consideran que el Barça juega peor cuando Lewandowski no está acertado. Las debilidades del polaco afectan a la presión, frenan las transiciones y el equipo queda descompensado. No entienden que siga siendo titular y juegue tantos minutos cuando su rendimiento está claramente por debajo de lo que exige un club como el Barça.

Así pues, la situación se vuelve insostenible. Lewandowski sigue siendo un gran delantero, pero no está para jugarlo todo. Flick deberá decidir si mantiene su apuesta por él o si, por fin, escucha lo que buena parte del vestuario ya deja caer. El tiempo corre y el Barça necesita soluciones inmediatas.