El Real Madrid vuelve a decepcionar. El equipo de Zinedine Zidane no ha aprovechado el pinchazo del Barça en El Sadar y ha regalado dos puntos en el Estadio de la Cerámica, donde el Villarreal se ha adelantado dos veces con goles de Gerard Moreno y Moi Gómez (2-2). Irónicamente, el héroe del conjunto blanco ha sido Gareth Bale, un futbolista que este verano el técnico francés intentó defenestrar. El galés ha empatado el partido antes del descanso y ha rescatado un punto para su equipo cuando sólo quedaban 5 minutos para el final.

Gerard no perdona

El Real Madrid de Zidane es un equipo anárquico y desordenado. El técnico francés consiguió ganar 3 Champions en 2 años y medio sin hacer gala de un sistema definido, pero lo cierto es que parece impensable que este curso vuelva a tener tanta suerte. Sin Cristiano, el suyo es un bloque inconsistente en defensa y desordenado en ataque. El centro del campo, hoy construido por Casemiro y Toni Kroos, literalmente no ha existido.

La anarquía blanca sumada a la verticalidad del Villarreal se ha traducido en un partido de ida y vuelta muy entretenido para el espectador neutral. Los de La Plana son vulnerables en defensa (4-4 contra el Granda y 2-1 contra el Levante) y hoy lo han vuelto a hacer patente.

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La primera diana del duelo, sin embargo, la ha conseguido el submarino en el minuto 12. Sergio Ramos ha perdido una pelota en zona de tres cuartos, Toko-Ekambi ha perdonado delante de Thibaut Courtois, pero el rechazo lo ha cazado Gerard Moreno para fusilar al portero blanco y firmar su tercer gol en Liga. El linier había señalado fuera de juego, pero el VAR sólo ha tardado unos segundos en demostrar que la diana era totalmente legal.

La diana del Villarreal ha hecho daño al Madrid, que ha estado grogui durante varios minutos. Los locales, sin embargo, no han contado con ocasiones claras y los de Zidane, en cambio, se han acercado progresivamente a la portería de Andrés Fernández. El conjunto blanco ha encontrado el premio justo antes del descanso, cuando Gareth Bale ha culminado una gran jugada entre el recién llegado Luka Jovic  y Dani Carvajal para marcar a puerta vacía.

Bale, providencial

La segunda parte ha seguido la misma tónica que la primera, pero el paso de los minutos ha provocado que se perdieran dos ingredientes. El primero, la verticalidad del Villarreal, probablemente por la capacidad física de unos jugadores que todavía no están a su máximo nivel. El segundo, la desídia del Madrid, que se ha propuesto marcharse del Estadio de la Cerámica con los tres puntos en el saco.

Así, el equipo de Javi Calleja ha regalado metros al conjunto de Zidane y este ha intimidado al portero local gradualmente. En el 57 Bale y Kroos han podido marcar, pero Mario Gaspar, en primera instancia, y Andrés Fernández, después, han conseguido abortar las ocasiones de los jugadores blancos. El entrenador francés del Madrid, para activar a sus delanteros, ha sustituido Jovic por Luka Modric con el objetivo de activar Benzema.

Zidane ha movido ficha y un día mas ha fallado. Calleja, en cambio, ha efectuado un cambio que ha cambiado el rumbo del duelo. Cuando se había disputado una hora de partido, el entrenador groguet ha retirado a un delantero como Ekambi y ha apostado por André Zambo Anguissa, un mediocampista defensivo. La apuesta le ha salido a la perfección, y es que a partir de este momento sus hombres han mostrado mucha más solidez y han conseguido llegar a la portería de Courtois.

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No han disfrutado de muchas ocasiones, pero han sido contundentes en el momento clave. A 17 minutos del final, Gerard Moreno ha puesto a prueba al portero belga del Madrid con un obús, este no ha conseguido bloquear la pelota y Moi Gómez, después de recibir una centro de Ontiveros, ha marcado a puerta vacía.

El Estadio de la Cerámica ya cantaba victoria, pero entonces Bale ha vuelto a entrar en escena. En el 85, el galés, un jugador que no contaba para Zidane en la pretemporada, ha rescatado a sus compañeros con una jugada individual marca de la casa que ha culminado con gol. Prácticamente ni ha celebrado la diana porque quería el hat-trick, pero lo único que ha encontrado ha sido una tarjeta roja después de haber realizado dos entradas muy duras de manera consecutiva.

El gol ganador no ha llegado y los blancos han vuelto a reglar 2 puntos. El Barça no carbura y suma un triste 4 de 9 antes del paro de selecciones, pero lo cierto es que el eterno rival tampoco puede presumir de resultados y de juego. Tal como pasó en Vigo y en el Bernabéu contra el Valladolid, el equipo de Zidane hace patente que todavía no ha encontrado su estilo. A este paso, no lo hará en todo el curso.