El Girona ha buscado de forma incesante la victoria contra el Rayo Vallecano a pesar de ir por debajo en el marcador en dos ocasiones, pero ha acabado sumado un punto (2-2) que a punto han estado de ser tres con un gol anulado en la última jugada del partido por un fuera de juego que ha frustrado lo que habría sido una remontada épica por volver a la competición después del parón mundialista.

Gran reacción del Girona al gol inicial del Rayo Vallecano

49 días después de la disputa del Real Madrid-Cádiz, el último partido de la liga española que se jugó antes del Mundial de Qatar, gerundenses y madrileños han reinaugurado la competición en Montilivi. No se trata de la jornada 1, pues el partido ha abierto la jornada 15, pero después de mes y medio y con una mini pretemporada, todo olía a nuevo. Y, cuando probablemente muchos de los asistentes al feudo gerundense ni se habían podido saludar y desear felices fiestas con sus compañeros de grada, ha llegado el gol de Sergio Camello para el Rayo.

Jugadoras Rayo Vallecano celebran gol Sergio Camello Girona / Foto: EFE
Los futbolistas del Rayo celebran el gol inicial de Sergio Camello / Foto: EFE

El lateral Miguel Gutiérrez ha protagonizado un regalo adelantado de Reyes y ha cedido la pelota atrás esperando que la recibiera un compañero pero ha sido Camello el que se ha plantado solo delante de Gazzaniga y, en el primer minuto, ponía el 0-1 en el marcador y obligaba al Girona a reaccionar. Y así ha sido. Los futbolistas de Míchel han seguido con el plan establecido y los madrileños han reculado en exceso, otorgándole todo el protagonismo a los rojiblancos. A pesar del dominio, faltaban ocasiones claras, pero la insistencia ha encontrado un penalti inocente de Fran Garcia sobre Iván Martín que el argentino Taty Castellanos ha convertido en el 1-1 con el cual se ha llegado al descanso.

Los penaltis, el arma del Girona para resurgir y sumar

El impulso gerundense de casi todo el primer tiempo no ha aflojado en el segundo, con llegadas constantes a la portería de Dimitrievski y anulando ofensivamente al Rayo, que seguía sin pisar área contraria después del gol inicial. Sin embargo, el fútbol no entiende de justicia ni de meritocracia, y cuando parecía que llegaría el 2-1, lo que ha llegado ha sido el 1-2. Una recuperación del Rayo en campo contrario y una rápida combinación entre los jugadores de ataque ha acabado con Isi Palazón fusilando a Gazzaniga desde la frontal con un disparo a la escuadra.

Taty Castellanos celebra gol Girona / Foto: EFE
Taty Castellanos celebra el gol de penalti que ha significado el 1-1 / Foto: EFE

El Girona solo había concedido dos disparos en contra e iba perdiendo 1-2. El golpe ha sido duro, y el Rayo habría podido marcar el tercero en dos ocasiones muy seguidas de Unai López y, de nuevo, Isi Palazón, pero los catalanes han resistido y le han dado opción a su entrenador de mover el banquillo buscando soluciones. Lo ha hecho con un triple cambio, entrando Samu Sáiz, Valery y Toni Villa, lo que ha dado piernas frescas e ideas nuevas al ataque rojiblanco. Y, como en la primera parte, el Girona ha atacado después de recuperarse del gol rival, y otra acción temeraria, en este caso unas manos de Lejeune, ha regalado un nuevo penalti para que, ahora, Samu Sáiz devolviera la igualada al marcador.

Y en el último cuarto de hora quizás los dos entrenadores han interpretado que se podía romper el partido y, en lugar de asegurar el medio del campo, han puesto más pólvora con la entrada de Stuani, por un lado, y Radamel Falcao por el otro. Y el colombiano ha demostrado que el Tigre siempre tiene los colmillos afilados, con dos ocasiones muy seguidas que, por suerte de los intereses del Girona, no han acabado en gol. El partido tenía reservada una dosis más de emoción, con un cabezazo de Christian Stuani que ha encontrado una mano salvadora de Stole Dimitrievski y un gol anulado al Girona en la última jugada por un fuera de juego que ha acabado por cerrar con empate un partido vibrante que deja muchas mejores sensaciones para un Girona que ha sumado un punto a pesar de hacer méritos para sumar un par más.