Jorge Vilda ha sido uno de los seleccionadores más polémicos de la historia. Aunque fue capaz de ganar el primero y único Mundial de la historia de España femenina, su etapa al frente del combinado español estuvo marcado por la tumultuosa relación que tuvo con sus futbolistas, que acabaron pidiendo su destitución. Con el caso Rubiales de por medio, finalmente, la Real Federación Española de Fútbol acabó despidiéndolo. De eso ya hace casi dos años, pero todavía sigue siendo interesante conocer detalles sobre este convulso periodo.

Jorge Vilda explica su polémica más fuerte de la selección española

Unos meses después de salida de Jorge Vilda de la selección, Jenni Hermoso reveló algunas de sus prácticas como entrenador que indignaron las jugadoras de España. Una de las más criticadas fue la de obligarlas a dormir con las puertas de sus habitaciones abiertas. Al respecto ha sido preguntar ahora Jorge Vilda en una entrevista concedida a Josep Pedrerol en el programa 'El Cafelito'. Y su respuesta no ha dejado indiferente a nadie. "Esto es de lo que peor ha podido hacer, es una cosa que me pregunta a la gente o que se ha quedado. Y que se deslizó, o sea que no se dijo directamente o en un documental alguna dijo alguna cosa... Soy exigente, yo me considero a un entrenador exigente", ha empezado explicando Vilda.

"Hay tres pilares básicos: la alimentación, el entrenamiento y el descanso. La alimentación estaba controlada con nutricionistas, cocineros, etc. El entrenamiento por nosotros. Y después el descanso. Y entonces no es cierto que las puertas tuvieran que estar abiertas, las puertas estaban ajustadas con el pestillo tirado porque al final del día, pues yo con el doctor o con la físio o con quién fuera, dábamos la buena noche a las dos jugadoras, que por aquel tiempo estaban de dos en dos en las habitaciones... Buenas noche y hasta el día siguiente por la mañana", ha acabado detallando el exseleccionador español sobre el tema.

Jorge Vilda se defiende

Una ronda que Jorge Vilda reconoce que servía para comprobar si las dos jugadoras estaban en la habitación, defendiendo que "no hubo ningún problema nunca, en 17 años. Bien, 17 años no porque últimos 5 no se hizo, los últimos 12. Si eso llegó a molestar a mí no se me dijo. Esto sale después cuando las capitanas hablan con el presidente y le piden mi destitución". Por otra parte, el entrenador madrileño asegura que, durante el juicio en Rubiales, algunas jugadoras le enviaron mensajes de apoyo y que fueron "los peores días sin duda".